Estimados/as señores/as de VivaGym:
Me pongo en contacto con ustedes porque soy cliente del antiguo gimnasio BF + FIT LOW COST (Santa Ana, León), el cual fue recientemente adquirido por VivaGym, junto con la cartera de clientes de Body Factory. Entiendo que, como nuevo propietario, VivaGym ha introducido nuevas normas y condiciones, lo cual resulta lógico y comprensible. Sin embargo, como antiguo usuario con una tarifa anual familiar, me veo perjudicado por estos cambios.
En primer lugar, el acceso al gimnasio VivaGym Santa Ana (León) se realiza ahora exclusivamente a través de la aplicación móvil “VivaGym MyApp” (disponible para Android, iOS o Huawei). Se me ha informado que, a partir de ahora, esta será la única forma de acceder al gimnasio y sus clases. En mi caso particular, no utilizo smartphones modernos ni redes sociales, y dispongo únicamente de un Nokia Lumia 925 con sistema operativo Windows Phone, que no es compatible con dicha aplicación.
Esto me obliga, para seguir siendo usuario, a cambiar de terminal y adquirir un dispositivo nuevo. Además, tendría que aceptar políticas de privacidad de empresas externas a VivaGym (Google, Apple o Huawei), abrir cuentas con estas empresas, disponer de un plan de datos móviles e instalar la aplicación que, según análisis de herramientas como Exodus Privacy y VirusTotal, incluye dos rastreadores de Google y múltiples permisos. Estos requisitos son, en mi opinión, intrusivos y representan una barrera injusta para el acceso.
Cabe recordar que el anterior propietario del gimnasio realizó un cambio de sistema de acceso en el pasado (de tarjetas magnéticas a tarjetas RFID) de manera gratuita y sin perjuicio alguno para los usuarios. En este caso, sin embargo, el cambio conlleva importantes inconvenientes.
En segundo lugar, las nuevas condiciones de VivaGym limitan a los usuarios a un máximo de dos clases semanales, según la tarifa contratada. Esto contrasta completamente con las condiciones que me ofrecieron cuando me inscribí al gimnasio, el 30 de junio de 2024, donde disfrutábamos de acceso ilimitado tanto al gimnasio como a sus clases, sin necesidad de aplicaciones ni reservas, siempre que hubiese plazas disponibles.
Al momento de inscribirme, en junio de 2024, desconocía que el gimnasio cambiaría de propietario, normas y condiciones. No se nos informó con antelación de estos cambios ni se solicitó nuestro consentimiento. Solo recibimos un correo electrónico notificando que ahora somos parte de VivaGym, y automáticamente se nos asignó la nueva tarifa que la empresa consideró equivalente, sin aclarar todas las nuevas condiciones (hay que buscarse la vida en la web de VivaGym para encontrar las nuevas condiciones).
Por todo lo expuesto, considero que el cambio de condiciones nos perjudica como antiguos usuarios.
SOLICITO que se mantengan las condiciones originales de la antigua tarifa, vigentes hasta el 30 de junio de 2025, permitiéndonos acceso ilimitado al gimnasio y a sus clases sin necesidad de utilizar la aplicación móvil ni cumplir con requisitos adicionales.
No estoy solicitando la devolución del dinero, sino simplemente que se respeten las condiciones pactadas al momento de nuestra inscripción.
Agradezco de antemano su atención y espero una pronta respuesta favorable a esta reclamación.
Sin otro particular, atentamente.