A quien corresponda:Nos dirigimos al responsable que corresponda para comunicar una queja con respecto al trato recibido durante el nacimiento de nuestra hija, el día 4 de septiembre de 2020.Reconocemos y somos conscientes de las circunstancias extraordinarias en las que nos encontramos, pero nuestra queja deja estos aspectos a un lado y se centra en el trato humano, que no debería perderse bajo ninguna circunstancia. Es más, en estos momentos debería atenderse más a estas cuestiones, sobre todo, tratándose de partos y embarazadas.Entendemos que por el protocolo habitual (ahora intensificado por la Covid-19) los progenitores pasáramos un tiempo excesivo separados. Sin embargo, resulta incomprensible que, cuando mi mujer bajó a paritorio, pasara 2 horas a solas. Tampoco nos parece un procedimiento adecuado que se le suministrara oxitocina sin previo aviso ni notificación por parte del personal sanitario. Si resultaba necesario y no había más remedio que administrar el fármaco para el buen desarrollo del parto, en cualquier caso debería haberse comunicado. Solo sabemos que se administró porque al entrar yo, el padre, vi el suero con el texto escrito a mano. El matrona insistió en que se rompiera la bolsa y, aunque reconoció que no era necesario, la intentó romper con los instrumentos adecuados hasta en 4 ocasiones, sin éxito. Por otro lado, mi mujer solicitó la epidural a las 13.00 cuando todavía estaba en planta esperando a dilatar. No se le administró el anestésico hasta las 17.00. Entendemos que esta espera tan prolongada se debió a la saturación de paritarios y a la falta de un segundo centro hospitalario que pudiera atenderlos.Además, llegado el momento del expulsivo, alrededor de las 20.30 del día 4 de septiembre de 2020, el equipo que había estado ausente durante todo el tiempo que estuvimos en paritorio (desde las 14.00) apareció con muchas prisas y argumentando que había que instrumentalizar el proceso. Se nos dice que la cabeza asoma (desde hacía una hora aprox.), que la dilatación era casi completa (más de 9 cm). Pero, aún así, se procede a realizar una episiotomía y a utilizar una ventosa (sistema Kiwi). No comprendemos que se nos comunicara que la posición del bebé era la correcta y que la madre tuviera suficiente fuerza para empujar y, sin embargo, se llegara a instrumentalizar el parto. Tampoco nos informaron de que el Kiwi consistía en una ventosa ni de que su uso conllevaba una episiotomía. Esto, evidentemente, ha influido negativamente en la recuperación de la madre que, 6 semanas después del parto, continúa con molestias.Para colmo de mal trato y atención, yo, el padre, estuve presente durante todo el proceso y cuando el equipo abandonó el paritorio se jactaba de “hacer la vista gorda con el padre, que no había salido de la sala al instrumentalizar”.La niña nació sana y, a pesar de nuestras peticiones de hacer el piel con piel y de recibir los primeros cuidados y exámenes sobre el pecho de la madre, se nos negó sin justificación. De nuevo, prisas por “acabar la faena”. Otro miembro del personal, mientras cosían la episiotomía, avisa a la ginecóloga de que va a administrar oxitocina. Puesto que era la primera vez que se mencionaba, mi mujer pregunta que para qué, la respuesta del sanitario fue “mira, tú oyes campanas y no sabes de dónde”. Consideramos que esa respuesta y el tono condescendiente en una situación así fue vejatoria y ofensiva.Cuando el equipo médico acaba todas sus tareas, nos deja a solas en la sala toda rociada de material y gasas empapadas en sangre durante más de 2 horas. Hasta tal punto nos pareció rara la situación que cuando llegaron dos enfermeras para subir a mi mujer a planta, ellas mismas se sorprendieron del estado de la sala y de que nadie hubiera pasado a limpiar o arreglar el espacio. Este último comportamiento nos sorprendió sobremanera, ya que desde nuestra llegada a paritario nos avisaron de que estaban abarrotados y que necesitaban las salas libres lo antes posible puesto que, de lo contrario, la próxima parturienta tendría que dar a luz en el pasillo. Suponemos que llegado el momento de nuestro alumbramiento ya no había tal necesidad.Esperamos que esta reclamación sirva para que este tipo de comportamientos puedan evitarse en el futuro y que en un momento tan delicado para tantas mujeres se puede vivir de la forma más humana y respetuosa posible.Atentamente,Alejandro Morales