Durante mi último vuelo de Barcelona a Jacksonville, los empleados de UNITED me trataron como a un criminal, y toda la experiencia fue indignante. En la zona de recogida de equipaje, el personal se me acercó agresivamente, incluyendo a unos jóvenes que me quitaron el pasaporte y empezaron a hacerme preguntas personales e indiscretas sobre mis visas y lo que iba a hacer en Estados Unidos. Les dije que turismo, pero no les bastó. Un tipo insistía, preguntándome: "Turismo, ¿cómo es esto?", como si no fuera asunto suyo. No estoy obligado a revelar ese tipo de información a los empleados de la aerolínea; ¡no son agentes de inmigración!
Y no quedó ahí. Incluso después de dejar mi equipaje, me siguieron interrogando, y el tipo murmuró algo sobre la TSA a la chica que recogía mi maleta. En la puerta de embarque, me llamaron por el altavoz, exigiendo revisar mis documentos por tercera vez. Además, me dieron una multa con SSSS, así que ahora me tenían que llevar a rastras a una sala de seguridad, revisar mi equipaje, hacerme una prueba de drogas y sufrir aún más humillación.
Nunca pedí este trato. UNITED me hizo sentir como una criminal solo porque no quise responder preguntas sobre mis planes de vacaciones. Cuando intenté hablar con un supervisor, el tipo fue un inútil, diciéndome que no podía hacer nada porque estos chicos estaban bajo la supervisión de otra supervisora. Cuando finalmente hablé con ella, defendió su comportamiento, diciendo que era totalmente normal que preguntaran dónde me alojaba, cuáles eran mis planes y cada detalle de mis vacaciones. Nunca me había sentido tan humillada en mi vida.
Esto es solo una versión resumida de la horrible experiencia, pero fue completamente injustificada e inaceptable. Lo pensaré dos veces antes de volver a volar con UNITED.