Mi nombre es Elisa Vior y ya he reclamado varias veces a esta empresa por el mismo motivo. Es la propietaria del contador. Estrenamos vivienda unifamiliar en Cudillero, Asturias, en julio de 2018. A finales de junio de 2019 sustituyeron nuestro contador por otro, según ellos dijeron, fue con motivo de la finalización del contrato de luz de obra. Nuestra casa tiene un aislamiento que la hace absolutamente estanca, dispone de aerotermia, hicimos una inversión importante para hacer una vivienda sostenible, se instaló un suelo radiante por agua, un sistema de ventilación forzada bastante caro. El primer año pagábamos facturas bimensuales en torno a los 70-80 €. Sin embargo, desde el primer mes del cambio de contador se triplicó la factura, ahora pagamos en los meses de invierno hasta 250 €/mes. Ya reclamamos varias veces esta situación, se niegan a cambiar el contador incluso proponiendo pagarlo yo de mi bolsillo, vinieron dos veces a revisar el contador (cinco minutos de revisión o menos), la primera vez dijeron que ningún vecino nos estaba robando electricidad, cosa que ya sabíamos y la segunda vez la solución que nos propusieron es que nos gastemos nuestro dinero en llamar a un instalador autorizado que instale dentro de la vivienda un contador y si la medida no es la misma, entonces les reclamemos.
Cambié de compañía eléctrica con la esperanza de que nos cambiaran el contador, pero no fue así. Si se comparan las facturas del primer contador y del segundo, la única diferencia que se aprecia está en el consumo, se supone que desde que lo instalaron consumimos muchísimo más, siendo las mismas personas en casa y con los mismos electrodomésticos, nada ha cambiado. Esta situación es insostenible, dado lo elevadas que son las facturas, más que en la antigua casa en la que vivíamos, sin aislamiento ni aerotermia. Les pedí la sustitución del contador y es lo que quiero volver a pedirles.