Soy suscriptor del servicio de streaming de Netflix bajo el plan Premium Ultra HD desde septiembre de 2017, y recientemente me he encontrado con restricciones que me impiden utilizar mi cuenta en mi segunda residencia, dentro del territorio español.
Netflix ha implantado una política que exige la conexión frecuente desde el domicilio principal declarado para mantener el acceso, bloqueando el uso en otros domicilios —incluso cuando estos también son de mi propiedad y no existe ningún uso irregular ni compartición fuera del núcleo familiar—. Considero esta medida abusiva, ya que restringe el uso legítimo del servicio contratado.
Solicito a Netflix que:
1. Me permita utilizar el servicio en mi segunda residencia sin restricciones ni costes adicionales, dado que forma parte de mi uso familiar y personal.
2. Se revise esta política por parte de las autoridades competentes para comprobar si vulnera los derechos de los consumidores al restringir el servicio de forma unilateral tras la contratación.
3. Se compense a los usuarios por las limitaciones injustificadas impuestas sin previa negociación ni opción real de oposición.