A principios de diciembre de 2024, recogí el vehículo asignado por contrato. Nada más subirme, no arrancaba: tuvo que cambiarse la batería en ese mismo momento, tras mi aviso. Esto puede corroborarlo el comercial que me entregó el coche.
Durante los meses siguientes, notaba un consumo anormalmente alto de gasolina, sin saber a qué se debía. Fue cuando, con solo dos días de antelación, se me avisó de que debía pasar la ITV por mi cuenta, el día antes de un puente festivo, cuando descubrí el verdadero estado del coche. Tuve que reorganizar mi agenda urgente y terminé perdiendo todo el día entre la ITV y el posterior traslado a Parla para que me dieran otro coche.
En la ITV me informaron de fallos graves de seguridad: pérdida de aceite, neumáticos en mal estado, y otros defectos, motivo por el que el coche no superó la inspección.
Estos defectos mecánicos tan graves no pueden haberse originado durante los pocos meses que llevo con el vehículo en renting. Son el resultado evidente de un desgaste acumulado y del mal estado en que se encontraba ya en el momento de la entrega. Solicité documentación que acreditara una revisión previa o el cambio de neumáticos. Me han enviado tres documentos que en ningún caso acreditan una revisión exhaustiva ni el cambio de neumáticos antes de la entrega. Esto puede comprobarse en el hilo de correos intercambiados con la empresa (adjunto).
Se me entregó un Fiat 500 con más de 90.000 km y sin una revisión exhaustiva, cuando debería haberse previsto la duración del contrato y anticipado los fallos mecánicos que, por no haber sustituido los elementos clave en su momento, ya presentaba el vehículo, agravándose con el uso. Teniendo en cuenta que unos neumáticos duran, en condiciones normales, entre 40.000 y 50.000 km, era evidente que se encontraban al final de su vida útil y que su cambio era necesario antes de entregarme el vehículo. Esta falta de previsión y de diligencia ha derivado en una experiencia insegura, deficiente y claramente perjudicial para mí como consumidora.
Tras todo esto, tuve que insistir para que me dieran un vehículo de sustitución, ya que alegaban que por contrato no estaban obligados. Finalmente accedieron a entregarme otro coche, de una gama ligeramente superior, pero pretendían cobrarme la diferencia de precio. Solo tras insistir en que el fallo no fue mío, accedieron a devolverme la diferencia, pero en un primer momento ni siquiera querían asumir ese coste extra.
La única "solución" que me han ofrecido es la posibilidad de darme de baja anticipadamente sin penalización, cosa que pienso hacer en agosto cuando encuentre otra alternativa.
Por todo ello, solicito:
Reembolso de una mensualidad completa (329 €).
Compensación de 250 € por el gasto extraordinario en gasolina (relacionado con el estado del motor y neumáticos), el tiempo perdido, y la falta de diligencia y profesionalidad demostrada por la empresa.
Adjunto hilo de emails con los responsables de Caetano Mobility explicando los hechos de forma más extendida, así como el contrato y las conversaciones previas y posteriores a la ITV con el documento que acredita la no superación de la misma.
Un saludo.