Iba en un autobús Alsa rumbo al aeropuerto de Madrid porque al día siguiente cogía un vuelo a Brasil. En la parada de Avenida América todos debían bajarse y esperar 30 minutos. Sin embargo, el autobús cambió de andén sin que yo ni otras personas lo supiéramos y cuando fuimos a coger el autobús para continuar nuestro viaje, no lo encontramos. Todas mis cosas (varias maletas y mochilas) fueron con el autobús. Intenté contactar con el conductor o con la empresa para contarles lo sucedido y llevar mi bolso en el siguiente autobús posible, pero no pude. Por tanto, tuve que cambiar de vuelo para intentar recuperar los objetos y esto me costó 3.522,57 reales, 600 euros, una pérdida enorme. Es absurdo que el conductor se baje y deje a pasajeros que ya habían abordado y tenían pertenencias dentro del autobús. Me gustaría, como mínimo, que me devolvieran el coste del cambio de vuelo y también el reembolso del coste de dos estancias en hoteles, que me han costado 133 euros adicionales. Sufrí toda esta pérdida sin contar todo el daño emocional que me causó este incidente. Simplemente llevo tres días con la misma ropa porque los únicos objetos que tengo son mis documentos. Esto supone un gran desprecio por los clientes de la empresa. Deberían preparar mejor a los conductores para prestar el servicio correctamente.