Me dirijo a ustedes para presentar una reclamación formal por una grave incidencia ocurrida el día 30 de abril de 2025, en el mostrador B3-10 de la Terminal 2 del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona - El Prat, gestionado por su compañía. Ese día, mis padres —Pedro Pablo Padilla Mendivil (74 años) 17840178K y María de los Ángeles Enríquez Soriano (67 años) 37690243M— acudieron al mostrador con los DNI de los cuatro pasajeros que viajábamos juntos (ellos, Marina Fortea Saladrigas 46149372X y yo, Pedro Pablo Padilla Enríquez 73020999R), con el fin de recoger las tarjetas de embarque. A pesar de mostrar toda la documentación necesaria, únicamente les entregaron sus propias tarjetas, alegando que el resto de pasajeros debían estar presentes físicamente. Esta condición nunca nos había sido exigida en otras ocasiones. Al llegar nosotros posteriormente al mostrador, entregamos nuestros DNI (el de Marina y el mío) y nos emitieron nuestras supuestas tarjetas de embarque. Dentro de unos minutos, vimos que equivocadamente nos habían entregado las tarjetas de mis padres duplicadas. Es decir, había dos tarjetas de embarque a nombre de Pedro Pablo Padilla Mendivil y dos a nombre de María de los Ángeles Enríquez, impidiéndonos así el acceso al embarque a Marina y a mí y pudiendo ocasionar problemas como overbooking. Al regresar al mostrador para solicitar la corrección del error y que nos emitieran las tarjetas correctas, nos encontramos con un equipo con ninguna intención de asumir y solucionar el problema. El personal nos indicó de forma desagradable y poco profesional que debíamos pagar 48€ por persona, responsabilizándonos de un fallo que claramente fue cometido por la propia compañía. Solicité hablar con una supervisora con ánimo de poder solucionar el problema. Sucedió todo lo contrario, la persona identificada con el número 170529 se presentó como supervisora y se dirigió a nosotros con actitud prepotente, impertinente, negándose a resolver el problema, y llegando incluso a decir que “esto nos pasaba por comprar vuelos baratos”, abandonando la conversación sin más y dejándome con la palabra en la boca. A continuación, acudió una segunda empleada, identificada con el número 164681 (Cristina Miclea), que se presentó como coordinadora del equipo. Su actitud fue aún más inapropiada, mandándonos callar, sin escuchar nada acerca de lo sucedido, y manteniendo un discurso con frases como “errores hay en todos los sectores”, pero sin solucionar el error que había tenido su equipo, burlándose de la situación y mostrándose más preocupada por cobrarnos que por resolver el problema. Incluso nos amenazó con dejarnos en tierra, vuelvo a repetir sin ni siquiera escucharnos, siendo la persona responsable del equipo que había cometido este error. Durante esta situación, estaban varias personas en lo que parecía una sesión de formación. Todo esto sucedió mientras viajábamos con personas mayores y con el tiempo muy justo para el embarque. Finalmente, tuvimos que pagar 96€ (48€ por persona) para poder recibir las tarjetas y no perder el vuelo. Pagamos por un error que no cometimos, en un contexto de abuso de poder, falta de empatía y trato totalmente inaceptable por parte de su personal. Por todo lo expuesto, solicito: 1. La devolución inmediata de los 96€ cobrados indebidamente, con una adicional compensación por los daños ocasionados. 2. Una disculpa formal por el trato recibido por parte de su personal. Como recomendación con ánimo de mejora para vuestra compañía recomendaría que un responsable de Dirección analizara la situación y la manera de actuar de las personas que supervisan este equipo, 170529 y 164681 (Cristina Miclea) para evitar que se repitan situaciones similares que dañan seriamente la imagen de Wizz Air. Adjunto a este escrito el justificante de pago de los 96€. Quedo a la espera de su pronta respuesta. Atentamente, Pablo Padilla Enríquez