En el mes de marzo de 2025 contraté un servicio de clases particulares online, tras recibir información directa de su asistente por vía telefónica . Desde el primer momento se me garantizó expresamente que el contrato no implicaba compromiso de permanencia y que podía cancelar el servicio en cualquier momento, bastando con avisar con antelación.
En mayo de 2025, comuniqué de forma expresa y documentada mi decisión de finalizar las clases al concluir las ya contratadas, recibiendo confirmación de que el servicio quedaba pausado. A finales de julio, reiteré por escrito que no deseaba continuar ni autorizar más cobros.
A pesar de ello, en agosto se me efectuó un nuevo cargo no autorizado, vulnerando mi decisión claramente comunicada.
Posteriormente, la asistente me informó de que la “pausa” no equivalía a cancelación definitiva, y que debía realizar una gestión adicional en la plataforma, así como abonar 350 € en concepto de penalización. Dicha condición jamás me fue comunicada previamente, ni durante la contratación ni en las conversaciones posteriores, lo cual constituye una grave falta de transparencia e incumplimiento del deber de información al consumidor.
La única “solución” ofrecida por la empresa ha sido el pago parcial o total de la penalización, o la reducción del número de clases, lo que en la práctica me obliga a asumir un gasto injustificado y desproporcionado.
Esta situación me ha causado un perjuicio económico significativo y una situación de indefensión, al haber sido víctima de una falta de claridad contractual y prácticas confusas que vulneran los derechos básicos de los consumidores.
Por todo ello, solicito la devolución inmediata del importe cobrado indebidamente, así como una rectificación formal por parte de GoStudent y la anulación de cualquier penalización asociada a este contrato.