En una de las sesiones de depilación, la persona encargada pasó por encima de uno de mis tatuajes. La quemadura hizo una herida muy profunda que terminó en una úlcera que continuaba sin terminar de curarse dos meses después y con la desaparición de la mitad del tatuaje. Tengo fotos de todo el proceso de curación y de la cicatriz que me ha quedado, además del informe del médico en que el que constan los antibióticos que tuve que tomar y las curas realizadas. No solo tengo el tatuaje estropeado sino que tengo una cicatriz muy visible y bastante desagradable. Además, ha supuesto un mes de antibióticos y dos meses de curas cada dos días.Cuando volví a España, en junio, pasé por el local para arreglar la situación directamente con ellos. El personal de la tienda fue muy amable y comprendió mi situación, por la que propuse que me dieran el tratamiento de forma gratuita a modo de compensación, a lo cual la empresa se negó.