Me dirijo a ustedes como último recurso ante la falta de soluciones y el trato inaceptable recibido por parte de Dyson, una empresa que presume de ser líder en tecnología, pero cuya realidad dista mucho de estar a la altura de su reputación.
El problema radica en las baterías de sus aspiradoras. Tengo dos modelos iguales de Dyson, adquiridos hace 3 años para dos casas diferentes, ambos recibiendo el mismo mantenimiento y uso. Sin embargo, uno de ellos ha requerido dos cambios de batería en tres años, mientras que el otro funciona perfectamente incluso utilizando la máxima potencia. Esta disparidad demuestra que hay fallos evidentes de calidad en sus productos.
Hoy, 26 de noviembre, a las 14:45, me puse en contacto con su servicio técnico y nuevamente obtuve respuestas evasivas e inadmisibles. Se me dijo que la máxima potencia no puede usarse más de 3 minutos porque “estropea las baterías.” Entonces, ¿por qué incluyen esta función en sus productos?
Además, en cada contacto, recurren al mismo argumento de que no limpio correctamente los filtros. Me pregunto: ¿qué base tienen para hacer tal afirmación sin haber inspeccionado mi máquina?
Estamos hartos de que Dyson trate a sus clientes como si fueran tontos, echándoles la culpa de los defectos de sus propios productos. Esto no es solo una falta de profesionalidad, sino una violación de nuestros derechos como consumidores.
Soy profesional de soporte técnico y sé que, cuando una empresa comete errores, tiene la obligación de asumirlos, tratarnos con respeto y ofrecer soluciones, no excusas constantes ni comportamientos irrespetuosos (como cortarme la palabra, ponerme en espera mientras estaba hablando, o medio colgarme en la cara): INADMINSIBLE!
Después de esta experiencia, hemos decidido abandonar definitivamente la marca Dyson y adquirir productos de otras marcas como ROWENTA, que, al menos, valoran a sus clientes.