Acudí a Women Secret de la Calle Triana (Las Palmas de Gran Canaria) y elegí dos bañadores. Al dirigirme al probador veo un carro en la entrada con un cartel que pone en estos momentos no es posible hacer uso del probador pero puede llevarse las prendas y probárselas cómodamente en casa.Le pregunto a la dependienta si no puedo entrar porque necesito probarme los artículos y me responde que no porque está ella sola en la tienda y no puede estar pendiente de todo. Hago la larga cola para pagar y le pido a la dependienta que, por favor, me deje hacer uso del probador, que necesito saber si la prenda me va bien y me dice que lo entiende pero que no se lo permiten.Como cliente, me parece que la empresa me ha dado un trato deficiente y, además, ahora me veo en la obligación de tener que ir a la tienda nuevamente, teniendo que emplear mi tiempo y dinero, para devolver el artículo puesto que no me ha quedado bien.La empresa por falta de personal (una sola empleada para toda la tienda), vulnera mis derechos como consumidor al negárseme el uso de los probadores no por causa mayor (avería) sino por la prohibición por parte de los superiores de la dependienta de su uso.