Buenas tardes:Mi nombre es Antonio Pulido y me pongo en contacto con la compañía de alquiler de vehículos Hertz con la firme intención de que el presente correo electrónico sirva como hoja de reclamación por el trato que una de sus empleadas, localizada en la respectiva sucursal del Aeropuerto de Bérgamo (Italia), nos dedicó el pasado martes, 6 de febrero, sobre las 12 - 12:15 horas de la mañana.Habíamos alquilado un Fiat Punto (o similar) a través de la web Rentalcars.com (número de referencia: 511376549) por un precio de 107,01 euros, pagado desde hacía varios meses con una tarjeta de débito. Al llegar al mostrador de la compañía, la susodicha trabajadora nos indicó que nuestra tarjeta no era válida por ser de débito. La única solución era entregar una de crédito, que al parecer ofrece más garantías administrativas. Intentamos hablar con ella, pero fue imposible que torciera su brazo, alegando que sólo aceptaban tarjetas de crédito y que la mía ni siquiera era de débito (cuando en realidad lo pone en el dorso de la misma). Nos indicó que en el contrato que habíamos firmado con la compañía venía especificado. Nuestro malestar fue que no nos ofreciera ninguna solución, utilizando malas formas para que nos fuéramos, y considerando por nuestra parte que este tipo de procesos son un claro engaño para aprovecharse del consumidor, ya que esas especificaciones vienen escondidas y, a veces, de forma poco translúcida.Más incluso cuando en otras ocasiones hemos utilizado la misma tarjeta de débito para ello: llegando hasta bloquearnos una suma de 2.000 euros sin ninguna objeción.Rechazó la tarjeta de mi compañero, que sí tenía relieve, por ser de débito, además de que debía estar al mismo nombre que quien hizo la reserva (o sea, yo). En este punto, llamamos a Rentalcars.com para que intentara mediar e intentó, después de mucho hablar, que pudiera cambiar la reserva por algunos vales o modificar los datos de la reserva para no perder el dinero. La empleada de Hertz se negó con rotundidad ante cualquier tipo de vía que nos resolviera el problema que tuvimos, sin ningún tipo de comprensión ni buena fe. Ni siquiera cambió el rostro ni arrojó algo de amabilidad. Nos sentimos desprotegidos y abatidos ante la realidad: todo está calculado para ganar dinero gratis y sin esfuerzo, aprovechando la vulnerabilidad del cliente y la situación de estrés que vive justo al bajarse del avión.En última instancia, la empleada de Hertz nos ofreció una posibilidad que terminó de confirmarnos en nuestra idea de que la malicia de la compañía de alquiler de vehículos podía ir más allá: nos dijo que la tarjeta de débito de mi compañero (que previamente había rechazado) sí que podría aceptarla para hacer una nueva reserva (perdiendo el dinero de la anterior) si la hacíamos al instante, con un coche de gama inferior (Fiat Panda) y a un precio muy superior, abusivo. Rechazamos la proposición, como no podía ser de otra forma. Fue una mala experiencia con Hertz y quiero que haga constar mi malestar y exijo una compensación por lo que allí sucedió, sin ánimo de volver a confiar en una compañía así bajo ningún concepto en el futuro cercano. Tampoco en Rentalcars.com, por supuesto, a menos que me ofrezcan algo acorde a la magnitud de esta decepción.Espero su respuesta,Antonio Pulido