Llamé por teléfono para preguntar por un tratamiento y un color específico: matiz Elumen (Goldwell) color KK para mechas balayage. Me dijeron que lo tenían así que pedí cita. Cuando llegué me dijeron que el color no lo tenían porque era poco vendible y que además ese color no se quedaría bien en mi pelo. Llevo 4 años realizándome el mismo tratamiento (marca y color) en otra comunidad y tengo constancia del resultado final. Como alternativa me enseñaron otros colores y accedí. Durante el tratamiento notaba como me escocían los ojos por el olor de la sustancia que estaban usando. Jamás he olido algo semejante en un Elumen.Después de lavarme el pelo escuché como Mayte se dirigía a la chica y le decía en un susurro: ponle una mascarilla. La chica me pidío que me cambiase de sitio porque me iba a poner el fijador de color. Cuando me senté delante del espejo le dije que las raices me habían quedado muy claras y que me habían cubierto las mechas que llevaba. La chica me dijo que no, que eso era normal, que estaba bien así. Me sacó a la calle con un espejo y me alagó para convencerme de que el resultado era estupendo.Me sentí muy impotente en ese momento y le pedí la cuenta, no podía entender por qué me habían hecho algo así. Me cobraron el tratamiento como Elumen aunque en ningún momento usaron ese producto, me cobraron el fijador de color que en realidad era una mascarilla y por la que en ningún momento me preguntaron, más el corte y un secado con difusor.Me fui a mi casa y allí pude ver de cerca el resultado del tratamiento: tenía las raíces rubias por el tinte que me habían aplicado. La zona de las raíces es de un color claro, el siguiente tramo es oscuro y las puntas tienen otra tonalidad. El tratamiento que yo pedí solamente te cambia el color de las mechas (deja un aspecto degradado: desde la raíz con tu color de pelo natural hasta las puntas con el color del matiz en cuestión), no es un cambio total del color del pelo.Llamé a mi peluquera de toda la vida, le conté la historia y le envié las fotos del resultado. Ella me confirmó que el olor era del amoniaco del tinte y que efectivamente no me habían aplicado un Elumen sino un tinte convencional que había dañado y debilitado las raíces de mi pelo. Me explicó que en este caso ya no hay marcha atrás y que tendría que someterme a una limpieza y a otro tinte más para poder recuperar mi color natural.Al día siguiente me armé de valor y decidí volver a la peluquería para exigir la devolución del dinero. Al exponerle mi queja a Mayte reconoció que me puso un tinte en lugar del matiz que yo pedí y que no me lo comunicó, que su intención fue igualar la tonalidad en todo el cabello y que me había quedado así. Se ofreció a oscurecerme la raíz del pelo de forma gratuita por lo que queda claro que era consciente de que el tratamiento que me hizo el día anterior no tuvo un buen resultado. Este lugar me genera una gran desconfianza y me negué, eso no soluciona nada. Sobre la mascarilla o fijador de color que me aplicaron sin consultarme y que tenía un coste adicional bastante alto, me dijeron que allí jamás consultan ese tipo de cosas con sus clientes, que sería poco profesional. Después un rato hablando sobre el tema, me dijo que me devolvería el dinero si era lo que quería. En el momento de la devolución me pidió la copia de la VISA, copia que yo no pedí en el momento del pago porque estaba deseando salir de allí. Al ver que ella tenía más a su favor empezó a retractarse y a bajar el importe de la devolución. Al final, me devolvió una parte pero se negó a hacerme una devolución total.