Este texto ha sido enviado al Consorcio de Transportes de Madrid.A continuación, describo los hechos:El Martes 16 de Octubre de 2018, en la Dársena 20 del intercambiador de Plaza Castilla, me subí en el autobús con salida a las 22:30 horas, dirección “El Boalo – Mataelpino”, finalizando su recorrido en Cerceda.Mi destino era Manzanares el Real, donde el autobús debía hacer parada a las 23:15 ho-ras, pero me quedé dormido. A las 23:20 horas, me desperté en la última glorieta de El Boalo, cuando el conductor tomaba la carretera dirección Mataelpino (Hora estipulada en los horarios de llegada o salida de El Boalo: 23:25).Hago un paréntesis para indicar que, aunque yo tuve parte de culpa en quedarme dormi-do, el autobús iba con cierto adelanto ya que, normalmente, no tengo problema, pero evidentemente, asumo mi parte.En ese momento, contacté con mi madre a través de WhatsApp para explicarle la situa-ción, por lo que tengo los horarios registrados en cada momento y puedo facilitarlos. Creía que ese autobús volvía a Madrid y estaba tranquilo. Sólo avisé de que llegaba tar-de, pero ya estaba sentado correctamente, por lo que el conductor podía verme fácilmen-te por el espejo retrovisor, al igual que yo le veía a él.De esa manera, llegamos a la parada “Cerceda-El Soto” de Cerceda, donde el autobús termina su recorrido y, en caso de ir a Madrid, espera a su hora de salida. Como esperó durante más o menos un par de minutos, yo seguía tranquilo.En ese momento, arrancó, apagó todas las luces interiores del autobús y tomó la rotonda de salida de Cerceda dirección Manzanares el Real. Rápidamente miré los horarios y, puesto que había hecho esa pausa en la última parada de Cerceda y, además, a pesar de que me podía ver, no me indicó nada yo estaba extrañado de ver que la última salida de esa línea desde ese punto era a las 22:10.Ya entrado en carretera, me dirigí al chofer, el cual no tuvo ninguna reacción de sorpresa, por lo que pienso que sabía perfectamente que alguien se quedaba en el autobús y que, además, era yo.Sin pensar mal de nadie, quiero mencionar que nunca saluda ni mira a ninguna persona sin embargo, yo siempre lo hago y, el día anterior (Lunes 15/10/18), lo mencioné en voz alta, por lo que me escuchó gente del autobús y él mismo. Fue así ya que, al día siguiente, en Plaza Castilla, por fin contestó mi saludo.Siguiendo con lo ocurrido, al dirigirme a él, le pregunté “Disculpe, ¿Va a Manzanares?”, a lo que él contestó que sí, pero viendo mi cara de extrañeza, insistió “La última parada la hemos dejado atrás, en Cerceda”. No sé si le pregunté si me podía llevar a Manzanares, pero sé que él me dijo: “No te puedo llevar. Tendrías que haber bajado en la última para-da. Debo dejarte aquí”. Paró el autobús en la carretera de Cerceda, abrió la puerta y no me dijo nada más.En ese momento, yo no era tan consciente de lo que estaba ocurriendo ni de la situación en la que ambos estábamos y bajé. Estaba oscuro y no veía bien. Estaba en un arcén de la carretera, por lo que mi única reacción fue avisar a mi madre y echar a andar dirección Manzanares el Real las 23:35 horas. Como podrán ver, el recorrido lo hizo bastante rápi-do, puesto que la hora prevista de finalización del recorrido en Cerceda son las 23:40 horas y, como indico, a las 23:35 horas yo ya estaba en carretera y fuera del autobús.Pude escribir en un cartel el sitio a dónde me dirigía y empecé a hacer autoestop sin de-jar de andar, hasta llegar al “Colegio Público San Sebastian”, parada: “Carretera M608-Instituto”, donde una persona me recogió y llegué hasta Manzanares el Real. Segura-mente cuando el conductor del que hablamos ya estaba en pijama. Supongo que durmió bien.Creo que nadie espera o debe esperar que un conductor sea humorista ni efusivo, pero tampoco creo que, como usuarios, tengamos que ser ignorados o tratados de esa manera. No sé si está persona cumple con su trabajo ni si en aquel momento hizo lo correcto, si bien no trabajo para la empresa y no conozco las normativas ni las políticas que se apli-can. Así como puedo decir que no conduce mal, también puedo decir que el recorrido lo ha hecho rápido las veces que yo he subido en un autobús conducido por él.Tampoco sé si consta alguna normativa o regularización por la cual el conductor deba revisar el autobús al finalizar el recorrido, si bien he visto que la mayoría de ellos lo ha-cen para evitar este tipo de problema, ya que sí sé que no puede haber nadie viajando en el autobús sin billete ni fuera de horario por ley en cuanto a la seguridad. Es por eso que quiero dejar constancia de lo ocurrido y querría, también, proponer que este procedi-miento de revisión se pueda instaurar. Al igual que no me parece justo lo que me ocurrió, no considero oportuno que un conductor se pueda meter en problemas por llevar a al-guien sin estar asegurado si desde la empresa no se les “obliga”, o bien a revisar el auto-bús, o bien a no dejar a nadie en tierra.Siento no haber resumido más la queja descrita, pero prefiero matizar bien y que no haya lugar a errores o malentendidos.Gracias por la atención prestada por la parte receptora.