A la atención de bauhaus leganes
Estimados señores,
El pasado 5 de marzo de 2025 aboné íntegramente la compra e instalación de una cocina en su establecimiento, confiando en el cumplimiento de los plazos y condiciones acordados. Sin embargo, a día de hoy, todavía existen incidencias sin resolver, a pesar de sus reiteradas promesas de finalización.
Los principales incumplimientos y deficiencias en el servicio han sido los siguientes:
• Entrega de muebles incorrectos aun habiendo pagado una persona del establecimiento para que viniera a medir, lo que me obligó a mantenerlos durante un mes amontonados en el salón, dificultando el avance de la obra en mi vivienda.
• Compromisos de instalación en diversas fechas, sin que su personal se presentara, ocasionando pérdida de jornadas de vacaciones por parte de mi pareja y de mí mismo.
• El día 29 de agosto acordamos una cita a las 15:00h para resolver incidencias pendientes y nuevamente no acudieron pendiendo otro día.
• Presupuesto de la encimera que inicialmente me fue facilitado y posteriormente aumentó en 2.000 €, sin una explicación clara ni transparente, generando una falta de confianza evidente.
• Reiteradas dificultades para recibir atención en su establecimiento, ya que en numerosas ocasiones la persona encargada no estaba disponible, lo que ha supuesto largas demoras y evasivas continuas.
• En relación con la mocheta que debía realizarse: aboné previamente el importe correspondiente para que se ejecutara con tableros de Padur, tal y como se me recomendó, ya que se me advirtió que la madera natural se deterioraría con el calor. Sin embargo, finalmente la realizaron en melamina, material distinto al contratado y de calidad inferior. Además, el trabajo, que se me aseguró sería hecho a medida, presenta defectos graves de acabado, con recortes visibles y un resultado estético muy deficiente, especialmente notorio en el salón.
Durante todo este proceso, siendo yo madre de un bebé recién nacido, me vi obligada en numerosas ocasiones a desplazarme presencialmente con el bebé a su establecimiento porque no atendían las llamadas telefónicas. Asimismo, como aún no residíamos en la vivienda, tuve que trasladarme con el bebé a la casa en varias ocasiones para citas en las que ustedes no se presentaron, con el consiguiente esfuerzo, incomodidad y perjuicio personal y familiar.
Estos hechos constituyen un grave incumplimiento contractual, además de prácticas comerciales desleales y un evidente perjuicio tanto económico como personal