Engaño, incumplimiento y desatención tras injerto capilar en Qmed
Contraté con la clínica Qmed un injerto capilar tras una exhaustiva búsqueda de más de 2 meses en la que contacté con más de 30 clínicas. Mi objetivo era encontrar una alternativa real al minoxidil, ya que tras 2 años de mesoterapia sin resultados no deseaba seguir con ese producto.
Por teléfono, Qmed me aseguró que en mi caso había solución, que me “dejarían guapo” y que me ofrecerían alternativas con vitaminas y aminoácidos, sin necesidad de minoxidil. Confiando en esas promesas, reservé la intervención y aboné en noviembre, de golpe, la parte que no cubría la financiación.
Tras realizar el pago, la clínica se desentendió de mí. Solo a dos semanas de la cita, al contactar por mi cuenta, descubrí que la persona que me había atendido ya no trabajaba allí, y que ni siquiera sabían quién era yo. La única nota dejada fue “4 de febrero, Alicante”. Ante esta desorganización, mi madre llamó solicitando cancelar todo y que se nos devolviera el dinero. Finalmente, y a pesar de nuestra indignación, decidí seguir adelante por recomendación de un amigo médico, que me sugirió que el equipo médico podría ser distinto al administrativo.
A una semana de la cirugía me exigieron con urgencia una analítica y serología, que solo pude conseguir gracias a los contactos de mi amigo en el hospital. El 4 de febrero fui intervenido en Elche. Para mi sorpresa, me recetaron minoxidil, incumpliendo las promesas iniciales. Al negarme, tal como ya había advertido desde el principio, percibí un cambio de actitud y ausencia de alternativas reales.
Después de la intervención cumplí estrictamente con los cuidados y lavados, pero sufrí una **pérdida excesiva de folículos**. Posteriormente, al dejar la medicación pautada, empecé a tener **fuertes picores nocturnos**, hasta el punto de despertarme rascándome sin poder evitarlo, lo que me generó una gran preocupación. Fue en ese momento, a raíz de la pérdida de folículos y los picores, cuando solicité por favor una revisión presencial. Sin embargo, la clínica canceló la cita a última hora y nunca más me atendió.
Me encontré totalmente desatendido, por lo que acudí a mi naturópata de confianza, **Xavier Úbeda**, quien me indicó un tratamiento que resultó efectivo para los picores. A la vez, continué costeando de mi bolsillo productos de la marca Kmax (vitaminas y aminoácidos), ya que la clínica no me ofreció la alternativa que había prometido inicialmente. En resumen, he tenido que asumir todos los gastos adicionales mientras sigo pagando la financiación de un servicio que no recibí como se me aseguró.
Actualmente, en mi 6º mes postoperatorio, sufro un efluvio telógeno importante y me veo obligado a buscar otra clínica privada para tratar de recuperar mi cabello, dado que Qmed no me ha dado ninguna solución. A esto se suma que la clínica de Elche ha cerrado, dejándome sin la mínima garantía de seguimiento.
Por último, quiero denunciar que, al mostrar mi disconformidad en Instagram ante lo que consideré anuncio engañoso, recibí incluso una amenaza por parte de la clínica, lo cual considero inaceptable.
Todo lo anterior demuestra un claro caso de anuncio engañoso, incumplimiento contractual, negligencia en la atención postoperatoria y vulneración de mis derechos como consumidor**, con un evidente perjuicio económico y emocional.
SOLICITO:
La devolución íntegra del importe abonado, como compensación justa por el incumplimiento, la desatención y los daños sufridos.
Sin otro particular, atentamente: Naím.
P.D.: Tengo muchísimas conversaciones por ansiedad con ChatGPT y fotos que me hacía para mi seguimiento.