El problema es el abuso de una práctica que hace generar dinero de un servicio no necesario. Se realizó un festival los días 23-24 de junio donde la única forma de pago era la recarga de una pulsera por múltiplos de 5 sin opción de usar directamente el dinero. Eso hace que tengas dinero custodiado en una pulsera al que no puedes ni acceder y su devolución conlleva un gasto de 1.5 €, cuando además pone que pueden devolverlo hasta en 30 días. Un servicio innecesario, lucrativo y abusivo. Recalcar de nuevo la obligación de usar dichas pulseras, pues era el único medio de pago. Todo cual, hacen que la empresa que lo gestiona realiza un servicio subsidiario que renta 1.5 € multiplicado por 75.000 asistentes... un reembolso de más de 100.000 € injustamente generados, pues aún cabría si fuese un servicio exclusivo o alternativo a un pago con tarjeta, aun si no quisieran utilizar efectivo en el festival.