Los trabajadores de Lufthansa del aeropuerto de Bilbao, en concreto dos hombres y una mujer de la puerta C24 para el embarque del vuelo LH1145 Bilbao-Frankfurt del día 19 de octubre a las 19:05h me obligaron a facturar mi equipaje a pesar de que les dije que tenía que coger un tren a mi llegada a Frankfurt, con lo que no podía esperar la salida de mi maleta.
Con un total abuso de poder, su único argumento fue que mi grupo de embarque era el 5 (lo cual, además de ser algo aleatorio, que yo sepa en ningún momento implica que puedan obligarte a facturar). Les dije que quería poner una reclamación y se mofaron de mí diciendo que tendría que subir arriba, lo cual evidentemente significaba perder el vuelo, e incluso me amenazaron con no embarcar.
Esto para mí es inaudito: vuelo habitualmente con Lufthansa, ya que resido en Frankfurt, y jamás había recibido ni ese trato ni esos argumentos peregrinos y falaces. Normalmente, si el vuelo está completo, en la puerta de embarque se solicita a pasajeros para facturar de manera voluntaria. Y, si hay algún impedimento para facturar (como tener que coger un tren a la llegada) se permite incluso que el pasajero lleve la maleta de cabina a sus pies, o bien la tripulación "siempre busca un lugar" (como me dijeron las azafatas de ese mismo vuelo que, desoladas, no daban crédito a lo ocurrido).
Me sentí ultrajada, y considero que la actuación de estos trabajadores no está al nivel esperado de una compañía como Lufthansa, que no es precisamente Low Cost: ese vuelo me costó una suma considerable (281,91€) y elegí el equipaje cuidadosamente atendiendo a las características de una maleta de cabina. Si hubiera querido facturar, habría elegido una más grande (y mi estancia habría sido más cómoda).
Me parece algo totalmente denunciable y exijo no sólo la disculpa que deberían haber ofrecido desde el primer momento, sino, como pasajera y cliente habitual, una compensación por el perjuicio causado.
Es vergonzoso: el pasajero, sobre todo de una compañía tan importante, jamás debería pagar el pato de las deficiencias de la misma (error de cálculo por vuelo completo u overbooking). O sea, uno lo hace todo bien (compra un billete caro en una compañía "seria", compra un equipaje de X medidas, calcula lo que va llevar en función de ese espacio, separa líquidos...) y tiene, además, que aguantar esto.
Lamentable.