La semana pasada realicé un pedido online en la web de Jimmy Lion, con número de referencia SXS382533.
Dicho pedido constaba de dos bikinis completos, es decir, dos prendas superiores (de 30 euros cada pieza) y sus correspondientes partes inferiores (de 29 euros cada unidad).
Cuatro artículos en total por los que pagué 118 euros.
Una vez recibí el pedido y saqué el primer bikini de su embalaje, comprobé a simple vista (sin necesidad de probármelo) que el tallaje era excesivamente pequeño.
Por esta razón decidí probarme tan solo uno de ellos, ya que ambos eran idénticos. El mismo modelo en diferentes estampados. Con lo cual, el segundo bikini nunca llegó siquiera a estar fuera de su empaquetado.
Al corroborar, una vez puesto, que efectivamente el tallaje era inusualmente reducido, lo volví a meter en su embalaje. Y tal y como vino, lo devolví.
Apenas dos minutos fueron los que el bikini estuvo en contacto con el exterior.
Y tan solo uno de los dos, recalco.
El otro no salió de su bolsa.
Apenas dos minutos fueron los que el bikini estuvo en contacto con el exterior.
Uno de ellos solo, recalco.
Mi sorpresa vino al recibir el reembolso de la devolución, ya que del total de los 118 euros, tan solo me habían reingresado 60.
Al ponerme en contacto con la tienda (vía email, por cierto, ya que no disponen de ningún teléfono en el que poder hablar de forma directa y personal) para preguntar la razón de haberme ingresado solo la mitad del importe, y pensando que se trataba de un error, me contestan con un desglose de cifras en el que puedo comprobar que los 60 euros de la devolución, corresponden únicamente a las dos piezas superiores de los bikinis.
Añaden a ésto dos breves líneas en las que esgrimen, de forma vergonzosa e inaceptable, la razón por la cual no voy a recibir el reintegro completo de mi pago. Y es que, “unos compañeros comentan que las dos piezas inferiores están manchadas”, razón por la cual solo me van a devolver la mitad del importe.
Lo inadmisible y absolutamente intolerable es que puedan impunemente aseverar que dos prendas han sido devueltas sucias, sin mostrar una sola evidencia que demuestre que es cierto esto que afirman.
Les he pedido por favor que me detallen qué tipo de suciedad tienen, dónde está localizada, y que me muestren una imagen donde pueda comprobar esa afirmación.
No he obtenido ninguna respuesta.
Lo sangrante de todo esto es que, vamos a suponer que es cierto lo que dicen, y en los dos minutos que uno de los bikinis estuvo en mis manos, se ensució de forma retorcidamente hipotética… ¿y el segundo bikini que también aseguran que está sucio? ¡Bikini que ni siquiera saqué de su embalaje!.
De estar verdaderamente sucio, como aseguran, tuvo que venir sin ninguna duda ni otra opción posible, sucio de tienda. Fue enviado sucio.
¿Cómo pueden entonces demostrar que el primer bikini no venía de igual modo sucio?.
Porque yo, en la fugacidad del breve momento en el que me lo probé, no comprobé que la prenda estuviese impecable. Pero es probable que estuviese manchada y no reparé en ello.
De cualquier modo, sigo esperando que, de ser cierto que ambas prendas están sucias, me lo muestren. Que corroboren su pobre discurso con evidencias reales.
Porque, lo contrario, se trataría de una práctica absolutamente ilegítima, inmoral, ruin e ilícita.
Una estafa, con todas las letras.
Pero, por lo que he podido comprobar en las reseñas de otras personas sobre esta misma empresa, es una práctica muy habitual y recurrente la de no devolver artículos esgrimiendo todo tipo de excusas inverosímiles.
Así que el modus operandi parece que les funciona, y que han orquestado un negocio redondo estafando al consumidor.
En cualquier caso, si es válido como argumento de peso para no devolverme mi dinero la mera palabra (sin evidencia alguna que lo corrobore), de igual manera debería tener validez la honradez y honestidad de la mis propia. Y no se está teniendo en cuenta.
Por último me gustaría añadir tres aspectos más.
El primero es que siento impotencia e indefensión absoluta cada vez que intento comunicarme con ellos, ya que ignoran todos mis emails y practican la omisión total por respuesta. Se desentienden de todo.
Lo segundo, y más grave, es que de no devolverme mi dinero alegando que las prendas están sucias, deberían como mínimo devolverme las prendas sucias. Ya que son mías. Las he pagado. Esos artículos son de mi propiedad. Deberían retornármelos, sucios ( si es que es así como, según ellos, están).
Lo que hace aún más sangrante, si cabe, todo esto, es que no contentos con no devolverme mi dinero inventándose una excusa lamentable y denunciable, tampoco me devuelven los artículos.
Con lo cual, ¿cómo se le puede denominar a esta situación en la que se apropian de mi dinero, y se quedan mis artículos?
Es un robo y una estafa de manual.
Y en tercer y último lugar, esta empresa que factura principalmente online, también tiene tiendas físicas donde poder comprar sus artículos.
En cambio, ¡oh, sorpresa!, lo que no está permitido es realizar devoluciones.
Las tiendas físicas no permiten devoluciones. Únicamente pueden realizarse online.
Lo cual permite que sigan perpetuando esta práctica ilegal tan bien orquestada… esta estafa tan rentable que tienen montada con las devoluciones.
Porque si yo hubiese podido acercarme a una tienda física a devolver mis bikinis, jamás hubiesen podido inventarse que los devolvía sucios. Porque allí estarían mis ojos, y los de el/la dependientx para validarlo.
En cambio, al negarse la posibilidad de hacer una devolución presencial, y estando obligados a tener que enviarla, pueden inventar los cuentos que más oportunos les parezcan, sin ni siquiera tener que demostrarlos, para quedarse con mi dinero y con mi dignidad.
Para robarme, estafarme y reírse de la impunidad y facilidad con la que han vuelto a engañar a un cliente más.
Exijo la devolución íntegra del importe que he pagado, y quedo a la espera de una pronta respuesta.
Atentamente,
Marina Díez Torre.