El 9 de febrero de 2020 adquirí mi entrada para el Octopus Festival. El festival se ha ido retrasando hasta que, el 25 de mayo de 2022, la organización del Octopus anuncia en redes sociales que se cancela el evento definitivamente. Ante esto se dan dos opciones: reclamar la devolución del dinero en el periodo establecido o aceptar un cambio de entrada por una de igual valor para el Medusa festival. Para los que quisieran escoger la segunda opción, como yo hice, no era necesario hacer nada, pues les llegaría un mail con la entrada entre los meses de mayo y julio según el comunicado de la organización.El 30 de mayo me pongo en contacto con el mail pensado para incidencias (incidencias@octopusfestival.com), dejando claro que espero mi cambio de entrada. Su respuesta es que tenía que esperar. El 2 de julio, pasado el periodo en que dijeron que mandarían las entradas, vuelvo a escribirles al email, preguntando qué ocurre. Inmediatamente llega una respuesta automatizada que dice que a lo largo del mes de julio llegará la entrada.El 27 de julio vuelvo a preguntar y el 28 de julio llega la misma respuesta automatizada. El mismo 28 de julio anuncia la dirección del Medusa que ese sería el último día de venta de entradas. El día 7 de agosto anuncia además el Medusa que el día 8 es el último para cambiar de nombre las entradas.Yo ya tenía mi propia entrada del Medusa, pero pensaba cambiar el nombre de la entrada que tenían que mandarme desde el Octopus para regalársela a mi pareja. Dadas las circunstancias y debido a la falta de respuesta del Octopus, mi pareja se ha visto obligada a comprar su propia entrada del Medusa a precio completo, más alto este mes que los anteriores. Considero esto un abuso de nuestra confianza y un robo descarado, especialmente teniendo en cuenta que las personas detrás de los festivales Octopus, Medusa y Zevra son las mismas.Temo que la entrada que nos manden (si la mandan) nos sea inútil cuando llegue, pues quedan escasos días para el Medusa Festival.A estas alturas, lo ideal sería recibir los 136,30€ que me costó la entrada del Octopus. De no lograr recuperar el valor de la entrada, ya sea mediante devolución o mediante reventa, tocará buscar otros medios legales, pues este abuso de los tiempos es inadmisible y me ha dejado desprotegido. Por otro lado, exijo compensación por la diferencia de precio que mi pareja ha tenido que pagar respecto al precio anterior al 21 de julio, fecha en la que subieron los precios de las entradas en general.