Ayer, al llegar al aeropuerto, iba acompañado de un niño. Pasamos el primer control utilizando el mismo código QR que se emplea en la puerta de embarque. Sin embargo, al intentar embarcar, se nos informó que ni el niño ni yo teníamos hecho el check-in, lo cual es incorrecto, ya que este fue realizado correctamente el día anterior. Incluso los datos fueron ingresados por el personal del departamento de atención al cliente a través del chat de la aerolínea.
A pesar de tener todo en regla, nos dijeron que no podíamos embarcar porque no figurábamos en su sistema. Esta situación se dio con un menor de edad y fue manejada con muy poca empatía. El trato por parte de las azafatas fue maleducado y poco profesional.
Aprovechándose de nuestra confusión y del temor de perder el vuelo, nos exigieron el pago de 100€ (50€ por cada mochila) alegando que debían ser facturadas. Cabe resaltar que llevábamos mochilas, no maletas, y en ningún momento nos ofrecieron una justificación clara ni midieron el peso de las mismas. Nos obligaron a facturarlas, enviándolas a la bodega sin candado y sin permitirnos sacar objetos de valor.
Tengo pruebas por escrito, facilitadas por el propio personal, en las que reconocen que el error fue suyo. A pesar de esto, intentan deslindarse de responsabilidad, argumentando falsamente que las mochilas tenían sobrepeso.
Solicito la devolución del importe cobrado injustificadamente