Realicé una reserva de un coche de alquiler para pasar las Navidades con mi familia en Calpe, en la oficina sita en Calle Roselló 9 de Barcelona.
Durante mi estancia he tenido un problema de salud que me impide conducir, por lo tanto, me es imposible devolver el vehículo en la oficina en la que lo recogí. Al explicar la problemática, me dan la opción de añadir un conductor adicional que haga la devolución, cosa que me es imposible porque no tengo nadie que pueda hacer ese trayecto en esas fechas, o devolverlo en otra oficina distinta bajo penalización de 200 euros. Entendiendo todas las políticas de contratación de las empresas, creo que en mi caso se trata de una práctica abusiva, porque estoy inhabilitado para hacer la devolución por cuestiones médicas, de fuerza mayor.
Además, he tenido que llamar durante todo un día para que me pudieran atender el teléfono.