El viernes 3 de octubre contrato telefónicamente la instalación de fibra para una segunda vivienda. En esa llamada, comunico que se trata de un chalet y que la instalación requerirá cablear desde el exterior de la finca al interior de la vivienda. El sábado 4 de octubre cumplimento un formulario -vía whats up- para concertar la fecha de la instalación. Se me asigna el lunes 6 de octubre en la franja horaria de 12:00 a 15:00. Llegado el día, los instaladores no se presentan , ni se comunican. A las 15:05 contacto con Orange y estos, a su vez, intentan contactar con la empresa instaladora. No lo consiguen, por lo que me informan que ya se pondrán en contacto conmigo. Alrededor de una hora más tarde, de forma automática, se me asigna una nueva franja horaria ese mismo día; de 15:00 a 18:00. A las 17:00 llegan dos instaladores y, tras comprobar que hay que cablear desde el exterior (como ya advertí), nos comunican que no pueden realizar la instalación en ese momento. Nos informan que cuando dispongan del material necesario, alguien contactará con nosotros para ofrecernos una nueva cita (no especifican ni quien, ni cuando se producirá esto).
Tras lo anterior, he llamado a Orange (al teléfono 900901466) para informarles de la situación, pero la información recibida ha sido igual de ambigua que la proporcionada por los instaladores. He querido poner una queja pero me han indicado que para eso debo llamar al 1470. Por las circunstancias anteriormente descritas, he tenido que realizar varías llamadas hoy a Orange y, en todas ellas , el tiempo que he tardado hasta que he logrado hablar con un operador, ha sido de alrededor de 10 minutos y, solo en una de las llamadas, se ha realizado una intervención que parecía querer "desatascar la situación"; en el resto de llamadas he llegado a pensar que hablaba con máquinas y no con personas.
Orange debería revisar sus protocolos de actuación así como las empresas instaladoras con las que colaboran.