Les escribo para presentar una reclamación formal contra la empresa Clikalia, con quien adquirí una vivienda hace menos de un año. Desde los primeros meses he comunicado reiteradamente la aparición de numerosas grietas en paredes, incluyendo un baño completo en el que prácticamente todas las superficies presentan fisuras. Además, la vecina del piso inferior ha sufrido filtraciones procedentes de mi vivienda, lo que evidencia que los daños no son superficiales, sino estructurales.
A pesar de la gravedad de la situación, y de que la vivienda se encuentra sobradamente amparada por la garantía legal, Clikalia se niega a asumir responsabilidad alguna. En varias ocasiones han enviado técnicos a revisar los desperfectos; dichos técnicos han confirmado en persona que los daños deben repararse y que corresponde una intervención. Sin embargo, después de cada visita, he recibido correos del servicio postventa donde se niegan a realizar cualquier actuación, contradiciendo lo indicado por sus propios especialistas y ofreciendo explicaciones inconsistentes o sin sustento técnico.
La postura de Clikalia ha derivado incluso en trasladarme la responsabilidad a mí, sugiriendo que contacte con mi seguro privado, cuando es evidente que se trata de defectos de construcción presentes desde el origen y, por tanto, responsabilidad directa del vendedor. Esta actitud está generando un perjuicio no solo para mí, sino también para la vecina afectada por las filtraciones, que continúa sufriendo las consecuencias de un problema que Clikalia se niega a abordar.
La situación se ha vuelto insostenible: la vivienda presenta daños que afectan a su uso normal, se están agravando con el tiempo debido a la falta de intervención y cada comunicación con la empresa concluye con negativas injustificadas, a pesar de las valoraciones favorables de los técnicos que ellos mismos han enviado.
Por todo lo anterior, solicito la mediación de la OCU para que Clikalia asuma su responsabilidad, autorice y ejecute las reparaciones necesarias y ofrezca una respuesta coherente y ajustada a la ley, en lugar de continuar dilatando y negando intervenciones que son claramente obligatorias en una vivienda de tan reciente adquisición.