Con fecha 27 de noviembre recibo en mi correo electrónico la factura correspondiente al periodo de facturación del 20/10/2019 a 21/11/2019, la cual, al revisarla, contiene unos cargos que no se corresponden con ninguno de los servicios contratados por mi persona, ni con Orange ni con terceros. Se trata de cinco cargos semanales de 3,99€, del concepto tipificado como “Aplicaciones de terceros”, por un importe total 19,9500€ y con la opaca referencia de “SUBS PlayUp DOD 900907110”. Revisando mis facturas anteriores, compruebo, con absoluta indignación, que este hecho viene produciéndose desde la factura correspondiente al periodo de facturación del 21/07/2019 al 20/08/2019 (cuatro cargos por el mismo concepto, sumando un total de 15,96€), 21/08/2019 al 20/09/2019 (cuatro cargos, por 15,96€), del 21/09/2019 al 20/10/2019 (otros cuatro cargos, por 15,96€). En total se han producido 17 cargos, por un importe total de 67,83€ a través de la plataforma OrangePay, la cual inmediatamente desactivo en la fecha arriba referida.Teniendo dos terminales asociados al contrato a mi nombre, dentro de un pack que incluye el fijo e internet, revisé el correspondiente a mi madre, en cuya bandeja de entrada de mensajes (sin leer, es una señora mayor que exclusivamente usa el móvil para llamar y recibir llamadas), con fecha 29 de julio de 2019, a las 10.09h, había uno en el que se informaba del presunto alta. En efecto, es a partir de agosto cuando se me comienza a facturar por un servicio ni contratado, ni disfrutado, y del que no había tenido constancia alguna en mi terminal de forma previa a la factura que, recalco, está a mi nombre.Puesto en contacto con el Servicio de Atención Telefónica de Orange, se me indica que proceda a reclamar a las empresa Digital Online Development, SLU, puesto que, aunque los pagos se han realizado a través de la facturación de Orange, son ellos los beneficiarios, de forma incomprensible, y que sólo se explica a través de mecanismos confusos y engañosos, de los que se sirven para aparentar una libre contratación de un servicio que no existe. Por todo ello considero que la presunta contratación de tal servicio es nula por vicio en el consentimiento, al no ser mi madre consciente de la misma ni de sus términos, generando una indefensión al consumidor inadmisible ni en la época medieval ni en la presente, agravada por el hecho de que la víctima es una persona de 82 años, a la cual estos hechos han generado una gran desazón, que igualmente resulta intolerable. Supongo que la citada compañía podrá comprobar que no se ha hecho uso de ningún servicio por ellos prestado (si es el caso), que, en ningún caso, hemos contratado ni recibido.Por todo lo cual, y siendo un hecho que, con tristeza, veo en la Web que es recurrente desde hace años, dado el sinfín de reclamaciones de la misma índole a esa empresa que una somera búsqueda en la Web devuelve, me puse en contacto, primero con mi operador -Orange-, que se lavó las manos, diciéndome que la culpa era mía (acto seguido me di de baja) y me dirigiera a la empresa Digital Online Development. Lo cual hice telefónicamente. Como no esperaba menos, me informaron de que, según ellos, sí se habían contratado sus servicios, pero que si tenía una queja la comunicase al correo gestion@donlined.com. Lo cual he hecho hoy mismo, adjuntando copia de las facturas y los datos personales que aquí omito con el fin de hacer pública esta reclamación, por si sirviese a otros consumidores para no caer en el engaño, o animarles a salir de él.