El pasado día 10 de mayo regresé desde el aeropuerto de Mahón a Barcelona con mi mochila de mano, con la que ya había hecho el vuelo inverso con su compañía sin ningún problema. Al ir a embarcar una trabajadora de su compañía me solicitó medir mi mochila en las formas metálicas que hay antes del embarque. Coloqué mi mochila de manera vertical en la misma y recoloqué la parte superior que iba vacía. Exagero si les explico que pudiera sobresalir 1 cm. De muy malos modos la trabajadora me comunicó que mi equipaje excedía las medidas y que tenía que sancionarme. Por no perder ni demorar más el vuelo que ya estaba retrasado más de una hora pagué 60€ para que me permitiera el embarque, después de amenazarme con dejar mi equipaje en tierra si esa fuera su decisión ya que ella era la autoridad allí. Un trato lamentable y un abuso de poder. Debo añadir que no fui la única pasajera de dicho vuelo en ser sometida a su sanción arbitraria. Así mismo sancionó a una pasajera que había realizado compras en el duty free debla terminal porque no le cabían en la bolsa de mano. Creo que no hay reglamento que obligue a tener que llevar espacio extra en la bolsa de mano para acomodar las compras del duty free. Creo que es un abuso y una ilegalidad por su parte permitir este tipo de comportamientos. Estoy muy muy decepcionada con su personal y con los servicios y atención al cliente que proporcionan. Así mismo mi mochila acabo en la bodega del avión a pesar de que intenté embarcarla conmigo ya que su trabajadora dió la orden de que se bajara a la bodega sin cotejar la disponibilidad de abundantes sitios que había en los portaequipajes superiores a los asientos. No puedo facilitar los datos de dicha trabajadora ya que se negó a identicarse reiteradamente escondiendo su tarjeta identificativa a pesar de llevarla colgada del uniforme. Una experiencia horrible como no había tenido nunca.