Una lavadora-secadora AEG modelo L7WEE741BI, que tiene menos de cuatro años de uso, en abril de 2025 presentó una primera avería con un coste de reparación de 328,32 euros, asumido por el propietario del inmueble (vivo de alquiler). Apenas tres semanas después, el mismo aparato volvió a averiarse con un presupuesto de reparación de 224,09 euros más, esta vez por una pieza distinta.
Considero totalmente inaceptable que un electrodoméstico de esta gama y antigüedad sufra dos averías graves en tan corto tiempo. Me he puesto en contacto con el servicio de atención al cliente de AEG (Electrolux), quienes se han limitado a responder que, al estar fuera de garantía, debo asumir todos los costes, sin mostrar voluntad de investigar ni ofrecer una solución proporcional.
Solicito a la empresa una revisión del caso y una compensación o solución técnica adecuada, ya que considero que la calidad del producto no corresponde con la inversión ni con las expectativas razonables de durabilidad.