Hace un mes contacté con una empresa de reagrupación de deudas debido a que los intereses abusivos me estaban asfixiando. Desde el primer día de impago, Pepper me está acosando e intimidando con más de 40 llamadas diarias. A pesar de que ya les he explicado varias veces que van a cobrar la totalidad de la deuda, siguen insistiendo en el acoso. La gota que ha colmado el vaso ha sido que han empezado a llamar a mi empresa, familiares y conocidos lo que vulnera de forma clara el derecho a mi intimidad. He dado este primer paso pero estoy dispuesto a poner demanda en el juzgado correspondiente si no cesan en su acoso, intimidación y vulneración de mis derechos como consumidor y persona