Resolvemos las dudas más frecuentes de los consumidores sobre vitrocerámicas.
¿Cuál es la diferencia entre una placa de inducción y una vitrocerámica?
Externamente parecen iguales, ya que los dos tipos cuentan con una superficie lisa de vidrio sobre la que se colocan los cacharros. La diferencia está en la forma de producir el calor. Las vitros convencionales llevan unas resistencias eléctricas debajo del vidrio, mientras que las de inducción llevan unas bobinas que generan un campo electromagnético capaz de calentar la cacerola que se sitúa sobre ella si es de un material que contiene hierro. Las placas de inducción son mucho más rápidas calentando y más eficientes (el 75% de la energía se convierte en calor) por lo que consumen menos y son más cómodas porque la superficie de la placa en sí no se calienta.
¿Cuál es la potencia de una placa de inducción?
Cada zona de cocción tiene una potencia que suele oscilar entre 1.500 W y 2.500 W cuando está reguladas al máximo. La potencia de la placa en conjunto dependerá del número de zonas de cocción que tenga. Si tiene tres zonas, suelen rondar los 7.000 W, pero esa potencia solo se alcanza si se encienden todas las zonas al máximo al mismo tiempo, lo que es muy raro que ocurra.
¿Cómo se limpia una placa de inducción?
Con una bayeta húmeda y un producto de limpieza no abrasivo, como los que se usan para las vitrocerámicas. Normalmente, no hay necesidad de usar rasquetas porque, al no calentarse su superficie, los restos no se pegan.
¿Cuáles son las mejores marcas de placas de inducción?
Si estás pensando en comprar una placa de inducción, puedes consultar el análisis comparativo de OCU, en el que se someten las placas a pruebas de uso para comprobar su eficiencia y facilidad de uso y averiguar qué modelos tienen la mejor relación entre calidad y precio. Consulta el comparador con todos los resultados y los precios actualizados: