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¿Por qué ya no arreglamos los aparatos rotos?

18 octubre 2024
Reparando un teléfono móvil

18 octubre 2024

¿Qué haces si se te rompe la pantalla del móvil o tu plancha ya no calienta? ¿Los arreglas, los tiras...? Una mayoría de nuestros socios amigos preferiría repararlos para ahorrar dinero y producir menos desechos, pero no lo hace porque las reparaciones son demasiado caras. Para optar por esa solución, los usuarios queremos un plazo de garantía más largo y que el diseño de los productos facilite su arreglo.  

Reparación de aparatos eléctricos y electrónicos

Nuestros abuelos nunca desechaban nada sin haber intentado antes repararlo, pero ya no. Ahora lo más común es cambiar el objeto estropeado por otro nuevo y deshacerse del antiguo, a pesar del alto coste económico y ambiental que conlleva, en especial cuando se trata de productos que son caros y contienen materiales escasos en la naturaleza, como los móviles.

En el Día Internacional de la Reparación, 19 de octubre, intentamos averiguar por qué ha caído en desuso esta costumbre y cómo recuperarla.

La presión publicitaria para comprar cosas nuevas es una realidad, como lo es es la rápida evolución de la tecnología, pero está claro que hay otros factores que hacen más difícil reparar nuestros aparatos y hay que averiguar cuáles son. 

Los consumidores comparten su experiencia

Decidimos profundizar en las experiencias de los consumidores cuando tienen un electrodoméstico o un dispositivo electrónico averiado: ¿lo llevan a reparar, intentan el arreglo por sus medios, lo desechan...? Para ello, entre junio y agosto de 2024 lanzamos una encuesta a la que respondieron 409 personas de nuestra red de amigos y socios Conecta sobre sus experiencias con la reparación de productos eléctricos y electrónicos. Los resultados, aunque sin validez estadística, proporcionan una idea de las principales barreras a las que se enfrentan los consumidores a la hora de reparar.  

También les consultamos específicamente sobre qué medidas tomarían para fomentar las reparaciones y conseguir un cambio de tendencia. Aquí está lo que nos han contado. La Unión Europea ha establecido una Directiva del Derecho a reparar, lo que es un gran paso adelante, pero las medidas legislativas no consiguen por sí solas cambiar los hábitos.  

Arreglos: el precio es la barrera

Por lo que respecta a llevar el aparato a reparar, los resultados muestran que una mayoría de los participantes lo ha hecho solo pocas veces en los últimos 10 años, mientras que son minoría los que lo hacen con frecuencia: la reparación no es una práctica habitual y existe un amplio margen para fomentar esa práctica.

El ahorro es la principal motivación

Para más de la mitad de los que nos respondieron, la principal razón para reparar un producto es ahorrar dinero, aunque dos de cada diez también mencionan "cuidar el medio ambiente", mostrando una creciente conciencia ambiental. 

por qué reparar

  • Lo que más llevamos a arreglar son los dispositivos electrónicos (más de 300 encuestados han llevado a reparar alguno en los últimos 10 años).
  • Los electrodomésticos grandes (lavadoras, frigoríficos) ocupan el segundo lugar, mientras que los pequeños, como secadores o planchas, son los que menos se reparan, con alrededor de 180 participantes que no han reparado ninguno en la última década.

Para llevar a cabo un arreglo fuera del plazo de garantía, acuden tanto a los servicios técnicos de las marcas como a los talleres independientes y tampoco escasean los que se lanzan a reparar por sí mismos (164), mostrando un interés por solventar el problema de manera autónoma. Es una cifra bastante alta, teniendo en cuenta que la sociedad actual ha perdido en parte la cultura de la reparación. Solo un pequeño grupo recurre a centros cívicos de reparación, como Repair cafés, más populares en otros países europeos. 

Pero al final "no sale a cuenta"

Al preguntar qué razones son más habituales para no reparar productos eléctricos o electrónicos, el precio es lo más mencionado. Más de 240 participantes consideran que las reparaciones son demasiado caras y un número similar menciona su relación con el precio de compra, pues indican también que “no merece la pena reparar para lo que cuesta uno nuevo”. Tampoco es despreciable el número de encuestados que dan motivos relacionados con el tiempo de reparación, por ejemplo desconocimiento de tiempos de reparación (86) o tiempos de reparación inconvenientes(46)

Por ejemplo, la mitad se gastarían 100 euros en reparar un aparato que cuesta 500 euros y un grupo bastante numeroso estaría dispuesto a llegar hasta los 200 euros, lo que indica que hay disposición a reparar siempre que el coste no sea excesivo. Ahora bien, si se tratara de un aparato de unos 50 euros, uno de cada cuatro no se gastaría nada en repararlo y la mayoría no invertiría más de 10 euros. De aquí se concluye de manera obvia que el precio inicial del producto influye de manera directa en nuestra intención de repararloEste dato apunta a que el problema no es que no se pueda pagar la reparación, sino que no sale a cuenta.

¿Te atreves a hacerlo tú mismo?

Una gran mayoría, alrededor de 340 participantes, ha intentado arreglar al menos una vez por sí mismos un aparato eléctrico o electrónico, aunque también hay un grupo considerable que nunca se ha atrevido a hacerlo. La gran mayoría (300 participantes) se ve capaz de limpiar la suciedad que entorpece el funcionamiento, a cambiar un componente, como una batería o un filtro y algunos también muestran bastante confianza con las averías mecánicas (una pieza rota, cambiar una tapa…).

Los de más edad muestran mayor disposición

Más de la mitad de los personas que respondieron se atreven a cambiar un cable, sobre todo, los hombres de más edad (65-79 años).En general, los hombres están más abiertos a hacer reparaciones que las mujeres y a las personas mayores por encima de las jóvenes. También más de la mitad actualizan el firmware o software de sus dispositivos. Con las averías eléctricas se atreven menos personas: las mujeres y el grupo de 25 a 44 años son los menos atrevidos. Ahora bien, independientemente de la edad o el género cambiar la pantalla de un móvil es una tarea descartada.

A la luz de los resultados, la disposición a reparar por uno mismo varía según la edad y el género, con un claro aumento en la confianza y la capacidad percibida en los grupos de mayor edad y en los hombres.  

Muchos creen que les faltan los conocimientos

Cuando deciden no reparar por sí mismos, la falta de conocimiento técnico es la barrera más común, con más de 300 personas mencionando esta razón. No disponer de las herramientas adecuadas o no conseguir piezas de repuesto son también obstáculos importantes.

Aunque también se mencionan, la falta de tiempo o de un espacio adecuado son menos relevantes

Los tutoriales en vídeo ayudan

Cuando se ponen manos a la obra, los tutoriales en video paso a paso son la ayuda más valorada, con casi 300 participantes que destacan su utilidad y buscan en ellos instrucciones claras y accesibles

En segundo lugar, las guías de reparación paso a paso también tienen un buen apoyo, con cerca de 200 respeustas, así como recibir información sobre piezas de repuesto, aunque en menor medida.  Algunos panelistas también valoran recibir un asesoramiento profesional para contar con el respaldo de un experto en caso de dudas. 

Más garantía, ecodiseño y recambios

Al analizar las opciones que los participantes consideran más útiles para fomentar la reparación de productos eléctricos y electrónicos, este es el ranking de las 10 que consideran más eficaces:

  1. Ampliar el período de garantía, que ahora son tres años: es la prioridad más alta para los participantes.
  2. Que los productos estén ecodiseñados para ser reparables. 
  3. Reemplazo exprés con un dispositivo de sustitución mientras dure el arreglo.
  4. Tutoriales en video para reparaciones.
  5. Guías de reparación paso a paso.
  6. Recogida y entrega a domicilio del objeto reparado.
  7. Ampliar la disponibilidad de piezas de repuesto (ahora son diez años). 
  8. App para el diagnóstico remoto de problemas en dispositivos inteligentes (Smart).
  9. Bonos de descuento para subvencionar las reparaciones.
  10. Herramienta online para calcular el coste de la reparación.

Sorprendentemente, los bonos descuento para subvencionar las reparaciones, que funcionan bien en otros países como Austria, no levantan pasiones entre los encuestados, y eso a pesar de que el precio es su primera barrera a la hora de reparar. Esta valoración tal vez pudiera cambiar tras su implantación. Bizkaia tiene ahora un proyecto piloto que va en esta línea y habrá que esperar los resultados.  De hecho, ofrecer financiación para las reparaciones no fue una opción muy valorada.

La directiva de ecodiseño se debe ampliar

Los consumidores quieren reparar, pero la realidad no les acompaña. Actualmente, arreglar los aparatos averiados no es un hábito frecuente debido a que el coste es elevado y los dispositivos no están diseñados para facilitarlo, a pesar de que existe un alto interés por el “Repara tú mismo”. 

La transposición de la Directiva de Derecho a reparar es una buena ocasión para intentar derribar estas barreras. En ese sentido, OCU propone:

  • Ampliar cuanto antes el alcance de la directiva del derecho a reparar y de las normas de ecodiseño a otras familias de productosLa gran mayoría de los productos (aspiradores, cafeteras, herramientas eléctricas…) no están cubiertos por la Directiva del Derecho a reparar, que se limita a dispositivos electrónicos y pantallas.
  • Vigilar la aplicación práctica de estas medidas, pues puede quedar en papel mojado, ya que se deja decidir al fabricante si la reparación es posible o no, cuánto tiempo es un tiempo razonable, cuánto dinero es un precio razonable, cuándo la reparación atenta contra razones “legítimas y objetivas”... 
  • También se deja al criterio del fabricante facilitar o no el formulario europeo de información sobre la reparación, lo cual nos hace dudar de su utilidad. Este formulario debía ser un paso hacia la transparencia en un sector muy criticado por su opacidad. 

Por nuestra parte, trabajamos para poder ofrecer a los consumidores la información y ayuda que necesitan para la reparación. Con este objetivo, OCU participa en el proyecto europeo subvencionado REPper (Repair Perspective) con el desarrollo de un plataforma online específica de reparación, que se llamará REPARA, REVIVE. 

Logo proyecto REPper

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