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OCU pide prohibir los precios dinámicos en entradas de espectáculos

Conciertos, deportes, teatro... Son momentos que atesoras, que te ofrecen experiencias que realmente no tienen precio. Pero el precio real de estos momentos se está volviendo cada vez más inalcanzable. Junto a las organizaciones que forman Euroconsumers, OCU lanza su campaña contra el descontrol de los precios dinámicos "Lo que pagamos por lo que no tiene precio" para pedir su prohibición en los eventos en directo. Esta práctica, que ajusta el coste de las entradas en tiempo real en función de la demanda, está excluyendo y exprimiendo a los aficionados.

23 septiembre 2025
Estadio iluminado - campaña Lo que pagamos por lo que no tiene precio - precios dinámicos

Asistir al último concierto de tu grupo favorito o a la final de un Mundial de fútbol son experiencias únicas e irrepetibles. Pero el precio de acudir a estos espectáculos se está volviendo inalcanzable: no es solo que las entradas sean caras de partida, sino que además su precio va subiendo a medida que hay más personas interesadas en comprarlas. Se trata de "precios dinámicos", que se van ajustando en tiempo real en función de la demanda y que pueden llegar a ponerse por las nubes si el acontecimiento suscita mucho interés. En realidad, así es como funciona siempre el mercado, pero este tipo de eventos tienen una particularidad: no existe competencia. No hay otra final del Mundial otro día a la que puedas ir, tu grupo favorito no actuará otro día con otros precios en otro lugar... 

No nos parece justo y, por eso, OCU lanza una campaña contra el descontrol de los precios dinámicos "El precio real de lo que no tiene precio" para pedir la prohibición de los precios dinámicos en los eventos en directo.

Sin competencia, los aficionados pagan

A diferencia de lo que ocurre en otros servicios, los aficionados que asisten a un concierto, una obra de teatro o un partido de fútbol concretos no tienen alternativas. Las entradas las vende un único organizador, a través de un único canal, en una fecha y lugar determinados. Esta falta de competencia significa que los precios dinámicos no generan eficiencia, sino explotación. Y consideramos que esto es:

  • Injusto para los consumidores: los aficionados son castigados por su interés, pues cuanta más gente quiere ir, más alto es el precio.
  • Sin valor añadido: el asiento no cambia, solo cambia el precio.
  • Excluye a las personas: los costes inflados excluyen a muchos de la cultura y los deportes en directo.
  • Destruye la confianza: los precios arbitrarios y opacos socavan la confianza en los organizadores y las plataformas. Te quedas con la sensación de ¿me habrán timado?

Bad Bunny y Oasis

OCU ya había puesto en evidencia en otras ocasiones esta situación. En concreto, denunciamos a la empresa de venta de entradas Ticketmaster ante las autoridades de consumo a consecuencia de la comercialización de las entradas para los conciertos de Bad Bunny en España en 2026.

No era la primera vez que Tickemaster se sitúa en el punto de mira. En agosto de 2024, la banda británica Oasis anunció una gira tras 15 años sin subirse a los escenarios. Las entradas para los 17 conciertos del Reino Unido e Irlanda, a los que seguiría una gira internacional, estaban previstas para salir a la venta en Ticketmaster el sábado 31 de agosto. Las entradas de pie se anunciaron inicialmente por 160 euros y llegaron a costar 421 euros. Algunos lo descubrieron en el momento de compra, después de pasar horas en una cola virtual.

Por una venta justa y transparente de entradas

Reconocemos que los precios dinámicos pueden desempeñar un papel en mercados con competencia real y oferta variable. Sin embargo, en los eventos en directo, solo funcionan como una herramienta para obtener el máximo beneficio de los consumidores. En consecuencia, desde OCU y junto al grupo Euroconsumers, hacemos un llamamiento a los reguladores, organizadores y plataformas de venta de entradas para que:

  • Prohíban la fijación dinámica de precios en los eventos en directo.
  • Regulen específicamente para que no se pueda modificar el precio durante el proceso de compra.
  • Obliguen a que el consumidor sea informado cuando paga un precio dinámico y se le expliquen los factores de los que ha resultado.
  • Sancionen las prácticas desleales o el mal uso de datos.
  • Supervisen y evalúen los riesgos para los consumidores y para los propios competidores.

Con la campaña contra el descontrol de los precios dinámicos "Lo que pagamos por lo que no tiene precio", OCU y Euroconsumers quieren movilizar a los aficionados y a los reguladores para que se garantice el acceso a la cultura y el deporte para todos, no solo para quienes pueden permitirse precios inflados. Con este fin, te animamos a unirte a la campaña y firmar la petición en:

Lo que pagamos por lo que no tiene precio

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