Así analizamos las cuajadas

Valoración de las cuajadas con Escala Saludable
La Escala Saludable nos permite saber si un alimento es o no una buena elección. Nuestro algoritmo clasifica los alimentos en base a su composición nutricional, la lista de ingredientes y el tamaño de la porción a partir de la información facilitada en los envases de los alimentos.
¿Qué criterios tenemos en cuenta?
A partir del Nutriscore tenemos una valoración nutricional global de las cuajadas de nuestro estudio.
También buscamos en la lista de ingredientes si se emplean aditivos y que tipo son. En este postre lácteo la lista es bastante corta: se limita al uso de espesantes valorados como “tolerables” en nuestra calculadora de aditivos; aunque también se emplean fosfatos que son estabilizantes “no recomendables”. Además de los aditivos buscamos si en la lista de ingredientes aparecen sustancias que se asocian a productos con un alto grado de transformación. Se han encontrado muy pocas que consistían en fibras que actúan como espesantes. Ninguna cuajada tiene aromas.
Al tratarse de un postre que se vende en packs de envases unitarios, el tamaño de la porción es importante. Aunque la mayoría gira en torno a 125 g, hay cuajadas que se venden en envases de 200g. Esto puede significar un incremento importante en el aporte en azúcares añadidos y grasas.
Cuajadas: buenas y elecciones aceptables
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, hemos calculado su Escala Saludable y podemos decir que las cuajadas han mostrado ser una buena opción para un postre. Si se opta por una cuajada que se vende en un envase de 125 g, sin azúcares añadidos y con una lista de ingredientes corta, es un lácteo que tiene cabida en nuestra dieta diaria.
Si quieres elegir una cuajada para tu postre de hoy, visita nuestro comparador.