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Informe
Eat Original, por un etiquetado de alimentos más transparente
18 diciembre 2018

OCU y UPA presentan Eat original, una iniciativa europea y ciudadana que reclama el derecho de los consumidores a conocer el origen de los productos que consumen y que este aparezca en el etiquetado de los alimentos frescos y manufacturados, además de buscar el reconocimiento del trabajo de agricultores y ganaderos.
El origen de los alimentos
OCU, junto a la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y otras organizaciones de consumidores y agricultores de toda Europa, han lanzado la iniciativa ciudadana Eat Original. El objetivo es pedir a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo que se replanteen la posibilidad de aumentar el número de productos de alimentación en los que tendría que ser obligatorio indicar el origen.
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El origen, nos importa y mucho
Por norma general, en los alimentos frescos suele indicarse cuál es su origen en el etiquetado, especialmente cuando son frutas y verduras, carnes, pescados y marisco. También en algunos alimentos no frescos como, por ejemplo, son el aceite y la miel. Sin embargo, esta información se pierde a la mínima que estos alimentos se procesan.
Aunque lo normal sería que el origen de los productos frescos y los procesados fuera el mismo, no siempre es así. En cualquier caso, esta situación de desinformación resulta injusta para el consumidor, ya que no está plenamente informado sobre los alimentos que compra y el origen de estos suele ser un factor bastante decisivo según han constatado diversos estudios europeos durante los últimos años, incluso por delante de la marca.
Diversas encuestas realizadas en Europa, entre ellas un estudio que OCU y otras asociaciones de consumidores europeas elaboraron en 2013, han demostrado que una de las principales preocupaciones de los consumidores a la hora de hacer la lista de la compra es el origen de los productos. Entre los datos más llamativos están:
- El 60 % de las personas encuestadas pensaba que debía ser obligatorio que los alimentos frescos incluyeran información sobre su origen en el etiquetado, especialmente cuando se tratase de frutas y verduras, carnes, pescados y mariscos. Esta misma condición la trasladaron también a los alimentos procesados de un solo ingrediente o cuando este supone más del 50 % de la composición de un producto manufacturado.
- El 74 % de los encuestados afirmó que las indicaciones UE/Fuera de la UE no eran suficientes y que querían saber el país concreto de origen. Asimismo, el 18 % también consideraba importante conocer la región.
- La mayoría de los consumidores prefería que la información sobre el producto apareciese en el etiquetado de una manera visible y clara, sin tener que visitar su página web o escanear un código QR para conocer estos datos.
- El 40 % de los participantes reconocía que pagaría entre 5-10 % más porque apareciese alguna mención de su procedencia en el etiquetado de los productos.
En definitiva, una cosa está clara: el origen de los alimentos influye mucho en la decisión de compra de los consumidores, así como en el precio de los productos. Esto es algo que saben de sobra los fabricantes de alimentos elaborados y muchas veces juegan con esta información, sobre todo cuando creen que les supone una ventaja competitiva.
Comunidad
A continuación, se muestran algunos ejemplos donde se ve claramente todo esto que acabamos de explicar:
Carne de ave
Si nos fijamos bien en las fotos de estas bandejas de carne de ave, podemos leer que el país de origen de los filetes de pavo es España. En cambio, en el envase de los filetes de pollo marinados no hay ni rastro de esta información, coincidiendo esto con que es un alimento procesado con aditivos y otros ingredientes.
Pimientos
Mientras en el paquete de pimientos frescos sí que se indica que el país de origen es España, en la bolsa de pimientos troceados y congelados su procedencia es totalmente desconocida.
Naranjas y zumo
A la hora de comprar naranjas frescas, nunca tendremos problemas para encontrar su origen en el etiquetado de la malla porque los fabricantes están obligados a ponerlo. Pero, ¿y los zumos? Desafortunadamente, no podemos decir lo mismo de este tipo de producto. Un claro ejemplo lo encontramos en el envase de zumo de naranja de la imagen, donde solo se especifica que este se elabora en fábricas de la zona del Mediterráneo.
Lentejas y garbanzos
En los 2 ejemplos siguientes se ve que la procedencia del producto está escrita en tinta y, por tanto, es modificable, de igual forma que el lote y la fecha de consumo preferente. Consideramos que esta opción es totalmente válida, especialmente cuando el lugar de origen del producto varía. Cualquier cosa es mejor que no informar al consumidor.
En OCU queremos pedirte que apoyes la iniciativa Eat Original con tu firma. De esta manera, les demostraremos a los fabricantes que la información sobre el origen de los productos es algo que debería estar siempre presente en el envase y no solo cuando a ellos les conviene. Los consumidores tenemos derecho a una información veraz y exhaustiva sobre los alimentos que compramos para tomar decisiones informadas y conscientes, del mismo modo que nos basamos en el resto de la información de la etiqueta y su precio.
Asimismo, España es un país productor y gran exportador de alimentos por lo que agricultores y ganaderos podrían verse enormemente beneficiados de que se reconozca que sus productos tienen como origen España.
Participa en la iniciativa Eat Original