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¿Problemas con tu casero?

29 abril 2016
¿Problemas con tu casero?

Recibimos cada año miles de consultas relativas a alquileres. La mayoría de los problemas que surgen con el propietario al habitar la vivienda se podrían evitar. ¿Nuestro consejo? Ser cauteloso antes de firmar el contrato y ocupar el piso. 

Precauciones al firmar un contrato de alquiler

Cuando vamos a alquilar una vivienda solemos pasar por alto una serie de puntos esenciales. Para evitar los posibles desacuerdos futuros entre inquilino y arrendador, la experiencia nos demuestra que lo más fácil es corregir y aclarar ciertos aspectos básico antes de firmar el contrato. Una vez firmado el acuerdo, entregado la fianza y haber realizado la mudanza, cualquier cambio en el contrato o problema con la situación del inmueble y sus instalaciones siempre se volverá más difícil o costoso de resolver.

Revisa el contrato de alquiler

Y ahora más que nunca porque la Ley de Arrendamientos Urbanos permite que las partes puedan pactar reglas distintas a las que se prevén por defecto, y muchos inquilinos se dan cuenta tarde de que lo que pone en su contrato es distinto de lo que dice la Ley.

Por ejemplo, en lo relativo al reparto de gastos. La regla general es que los gastos de la comunidad y los impuestos los pague el arrendador. Pero cabe pacto expreso en contrario. También hay que prestar atención al sistema previsto en el contrato para la actualización de la renta cada año. Si el contrato no pone nada, no se actualizará. Pero podría incluirse algún tipo de actualización que resulte muy perjudicial al inquilino.

OCU te ofrece un modelo de contrato de alquiler basado en un equilibrio de las obligaciones de ambas partes, y con distintas posibilidades de adaptación a la voluntad de las partes. En todo caso, si ves algo raro o no estás de acuerdo con una cláusula del contrato, no la firmes. Pide que la modifiquen o eliminen.

Comprueba la situación del inmueble

Muchos problemas y disputas provienen del mal estado del piso o de alguna de sus instalaciones y electrodomésticos que deben ser comprobadas por el inquilino . Si existe algún problema, hay que pedir al arrendador o a la agencia que lo solucione antes de firmar el contrato.  Nuestro consejo es que en la primera visita te tomes tu tiempo sin tener miedo a parecer un poco quisquilloso para comprobar todo y señalar los problemas que veas. La dejadez te pasará factura. A veces, también resulta útil hacerse acompañar en la visita de un tercero que no va a vivir allí y que no tiene reparo en señalar los defectos que vea.

Evidentemente, en la primera visita al piso no se puede comprobar si todos y cada uno de los grifos, cisternas, electrodomésticos, puertas, cajones, etc., funcionan correctamente. Hay que intentar tocar lo máximo posible, también las ventanas y si es posible la calefacción o el aire acondicionado. En ese momento, el arrendador o la agencia están dispuestos (en la mayoría de los casos) a hacer los arreglos oportunos para cerrar el alquiler.  Lo mejor es que al firmar se incluya un inventario de todo lo que existe y dejar constancia de su estado de conservación ya que, una vez pagados el primer mes y la fianza, en muchas ocasiones nadie querrá hacerse cargo del problema incluso aunque te hayan cobrado un pico como comisión.

Las reglas sobre la responsabilidad de las reparaciones en casas alquiladas son más o menos claras, aunque siempre se plantean dudas. La regla básica es que el arrendador se compromete a entregar una vivienda en buen estado de habitabilidad y que, durante el alquiler, será el encargado de mantener la casa en buen estado de conservación. El inquilino es responsable de las pequeñas reparaciones ligadas al uso ordinario de la vivienda y sus instalaciones. También de todos los daños que haya causado él mismo o los ocupantes de la vivienda. En el caso de los electrodomésticos pueden plantearse dudas: al inicio deben funcionar perfectamente y el responsable es el arrendador. Si se produce una avería luego, hay que distinguir entre si es una pequeña reparación ligada al uso ordinario (responde el inquilino), o si es un problema de obsolescencia del aparato, que hay que reparar o sustituir por viejo (responde el arrendador).

Contrata un seguro del hogar

Contratar un seguro de hogar para inquilinos que te cubra la responsabilidad civil con el objetivo de evitarte gastos enormes es muy importante y poca gente lo hace. ¿Un ejemplo? Un inquilino fue condenado hace pocos meses a pagar unos 60.000 euros a su arrendadora y al local de abajo, como consecuencia de un incendio provocado por las hijas de su pareja que fumaban en la habitación.

Y como última recomendación, te aconsejamos que te fíes de tu instinto. Si el propietario no te da ninguna confianza desde el principio y quieres ahorrarte preocupaciones cuando surja algún problema, búscate otra casa. Puedes probar la buena fe de tu arrendador si, antes de alquilar, le propones algún cambio o mejora para ver cómo reacciona.

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