Si pierdes tu tarjeta o detectas movimientos que no has realizado, lo primero es comunicarlo de inmediato a tu entidad. Todas disponen de teléfonos 24 horas y, en muchos casos, también puedes bloquear la tarjeta directamente desde la app móvil. Aunque uses la app, avisa siempre a tu banco para dejar constancia del uso no autorizado. La normativa exige que la comunicación sea sin demora injustificada, de modo que cuanto antes informes, mejor. Esto evita que la entidad pueda alegar negligencia y limita tu responsabilidad como consumidor.
En caso de robo u operaciones fraudulentas, presenta además una denuncia en la policía o guardia civil, llevando tu DNI y un extracto con los cargos indebidos. Este documento te servirá como prueba y, en la mayoría de entidades, será necesario para reclamar la devolución del dinero.
Por último, reclama a tu banco. Las entidades disponen de procedimientos específicos para reclamar operaciones no autorizadas.