Resolvemos las dudas más frecuentes de los consumidores sobre préstamos personales.
¿Qué pasa si tras pedir un préstamo me arrepiento?
La ley de contratos de crédito al consumo establece el derecho de desistimiento, que permite dejar sin efecto cualquier contrato de crédito al consumo, incluidos los concedidos a través de tarjeta de crédito, sin necesidad de indicar los motivos y sin ninguna penalización, en un plazo de 14 días naturales desde la firma del contrato o desde que se reciba toda la información que debe figurar en el contrato, si se recibe con posterioridad a la firma.
Para ejercer el derecho solo hay comunicar a la entidad la decisión de desistir. En el contrato deberá figurar claramente cómo ejercitar el derecho. La única obligación por parte del titular es devolver el capital dispuesto más los intereses generados hasta el día del reembolso si fueran aplicables, para lo cual hay un plazo de 30 días.
¿Es mejor pedir un préstamo al banco o a un particular?
Pedir un préstamo a un familiar es una opción que siempre hay que tener en cuenta, sobre todo en los momentos actuales en lo que obtener un préstamo es caro, mientras que el que tiene dinero ahorrado apenas puede conseguir rentabilidad por el mismo, por lo que, si se pacta algún tipo de interés, ambas partes pueden salir beneficiadas.
El préstamo de dinero entre familiares o amigos se basa en una relación de confianza. Sin embargo y a pesar de que exista plena confianza entre las partes, lo más adecuado es tener este tipo de préstamos perfectamente documentados por escrito. De esta manera evitaremos problemas en el futuro, fundamentalmente frente a Hacienda, pero también frente a terceros.
Los préstamos realizados entre particulares están sujetos al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, aunque no hay que pagar nada, ya que están exentos de tributación. Sin embargo, aunque no haya que pagar, es obligatorio presentar la declaración del Impuesto en la Consejería de Hacienda de la Comunidad Autónoma donde resida el prestatario, cumplimentando el modelo 600 correspondiente a su Comunidad Autónoma, que además es una prueba de la existencia del préstamo.
Pincha aquí para ver el modelo de Contrato de préstamo entre particulares SIN intereses.
¿Es mejor un préstamo o la financiación del comercio?
Para incentivar el consumo algunos comercios ofrecen a sus clientes financiación para sus compras sobre todo si se trata de productos de precios más elevados, como electrónica, muebles o electrodomésticos.
En la práctica totalidad de los casos, no es el vendedor el que concede la financiación, sino que este trabaja con una entidad financiera, que es en realidad la que concede el préstamo y por tanto a quien se pagan las cuotas. Esta financiera en ocasiones pertenece al mismo comercio y en otros casos se trata de entidades independientes, sobre todo si se trata de establecimientos más pequeños.
En estos casos lo primero que hay que valorar es el precio del producto, por delante de las condiciones de financiación. Una buena financiación acabará saliendo cara si el precio del producto es más barato en otro establecimiento.
¿Interesa la financiación del concesionario?
Prácticamente la totalidad de las compañías automovilísticas poseen entidades financieras que facilitan los préstamos necesarios para adquirir un vehículo de esa marca o bien alguno de los de segunda mano que comercializa el propio concesionario y para incentivar la financiación ofrecen un descuento sobre el precio del vehículo, vinculado a financiar un importe mínimo, también a un plazo mínimo. Además incluyen cláusulas de permanencia, que imponen una penalización si se cancela le préstamo antes de determinado plazo.
Dicha penalización suele consistir en la devolución de la totalidad de los descuentos o bonificaciones obtenidos por haber financiado el vehículo.
También es frecuente que, junto a la financiación, nos obliguen a contratar servicios accesorios, como pueden ser seguros de vida o de protección de pagos, extensiones de garantía, programas de mantenimiento, seguros de protección de multas, etc.
Asimismo también es habitual que en el contrato de financiación se incluya una Reserva de Dominio para garantizar el pago y que impide que el coche se pueda vender hasta que no se pague la totalidad del préstamo.
Recuerde que el coste de la financiación más los productos vinculados supera siempre el descuento obtenido por financiar. Por tanto y a pesar de los descuentos, siempre saldrá más barato pagar el coche al contado.