Alimentos ecológicos: naturalmente, nos dan la razón

Hemos analizado en varias ocasiones las propiedades de los alimentos y cultivos ecológicos, llegando a conclusiones sorprendentes, tanto para quienes ensalzan sus presuntas virtudes como para quienes muestran reparos hacia ellos. Ahora, un estudio internacional refrenda nuestras conclusiones.
Mitos sobre los productos ecológicos
España es uno de los grandes productores mundiales de productos ecológicos, aunque el consumo entre nuestra población aún es bajo en comparación con otros países europeos.
Hemos analizado en varias ocasiones las propiedades de los alimentos y cultivos ecológicos, llegando a conclusiones que pueden ser sorprendentes, tanto para quienes ensalzan las presuntas virtudes de estos productos como para quienes muestran reparos hacia ellos.
La producción ecológica es menos contaminante, aunque bien es cierto que los productos ecológicos analizados por la OCU nos costaron el doble que los convencionales, justificándose su carestía con argumentos como que el mercado al que van destinados es limitado, y la productividad y su impacto ambiental es mucho menor.
En cuanto a su calidad, no eran ni mejores ni peores que los no ecológicos, simplemente, apenas encontramos diferencias entre unos y otros.
Un metaanálisis de más de 200 estudios realizado por la Universidad de Stanford publicado por Annals of Internal Medicine viene a refrendar nuestras conclusiones.
Los productos analizados en Estados Unidos, tanto animales como vegetales, apenas tenían diferencias con los convencionales en lo que a vitaminas y propiedades beneficiosas se refiere, aunque presentaban menos cantidad de pesticida o ninguna y, en el caso de las carnes, menor cantidad de bacterias resistentes a los antibióticos.
En este metaanálisis se trataba de probar que los productos ecológicos, cuyo consumo se multiplicó por seis en solo siete años en Estados Unidos, eran más sanos y nutritivos que los convencionales. Pero no fue posible: simplemente se llegó a la conclusión de que son iguales en casi todo.
Menos agresivos
Eso sí, aunque los productos ecológicos no han demostrado ser más saludables, se recomienda su consumo porque presentan más sabor y son menos agresivos con el medio ambiente, además de utilizarse menos químicos en su producción.
En cualquier caso, apostar por este tipo de alimentos es parte del estilo de vida de algunas personas, que suelen justificar su consumo basándose en criterios morales y filosóficos más que en aspectos saludables.
El escollo a solventar, al menos en España, es que este tipo de productos se nos ofertan como más naturales, y con esa percha, sin que se haya podido probar que son más saludables, se incrementa notablemente su precio.
España es uno de los grandes productores mundiales de productos ecológicos, aunque el consumo entre nuestra población aún es bajo en comparación con otros países europeos.
Hemos analizado en varias ocasiones las propiedades de los alimentos y cultivos ecológicos, llegando a conclusiones que pueden ser sorprendentes, tanto para quienes ensalzan las presuntas virtudes de estos productos como para quienes muestran reparos hacia ellos.
La producción ecológica es menos contaminante, aunque bien es cierto que los productos ecológicos analizados por la OCU nos costaron el doble que los convencionales, justificándose su carestía con argumentos como que el mercado al que van destinados es limitado, y la productividad y su impacto ambiental es mucho menor.
En cuanto a su calidad, no eran ni mejores ni peores que los no ecológicos, simplemente, apenas encontramos diferencias entre unos y otros.
Un metaanálisis de más de 200 estudios realizado por la Universidad de Stanford publicado por Annals of Internal Medicine viene a refrendar nuestras conclusiones.
Los productos analizados en Estados Unidos, tanto animales como vegetales, apenas tenían diferencias con los convencionales en lo que a vitaminas y propiedades beneficiosas se refiere, aunque presentaban menos cantidad de pesticida o ninguna y, en el caso de las carnes, menor cantidad de bacterias resistentes a los antibióticos.
En este metaanálisis se trataba de probar que los productos ecológicos, cuyo consumo se multiplicó por seis en solo siete años en Estados Unidos, eran más sanos y nutritivos que los convencionales. Pero no fue posible: simplemente se llegó a la conclusión de que son iguales en casi todo.
Menos agresivos
Eso sí, aunque los productos ecológicos no han demostrado ser más saludables, se recomienda su consumo porque presentan más sabor y son menos agresivos con el medio ambiente, además de utilizarse menos químicos en su producción.
En cualquier caso, apostar por este tipo de alimentos es parte del estilo de vida de algunas personas, que suelen justificar su consumo basándose en criterios morales y filosóficos más que en aspectos saludables.
El escollo a solventar, al menos en España, es que este tipo de productos se nos ofertan como más naturales, y con esa percha, sin que se haya podido probar que son más saludables, se incrementa notablemente su precio.