Cómo elegir Agua Embotellada
Si tienes sed, nada como el agua. El agua del grifo es, en principio, la mejor opción. Sin embargo, en algunas poblaciones su dureza y alto contenido de cal la hace desagradable. En estos casos, el agua mineral embotellada es una alternativa.
¿Con o sin gas?
En España se consume mayoritariamente agua embotellada sin gas.
El 96% del agua envasada que se vende en nuestro país es agua mineral natural. Aun así, en el mercado podemos encontrar tres tipos:
- Agua mineral natural: agua subterránea, pura en su origen. Su composición mineral es siempre la misma.
- Agua de manantial: agua subterránea, pura en origen. Su composición mineral no es constante.
- Agua potable preparada: agua tratada, entre otras cosas, para hacerla potable.
Las ventas de agua con gas son apenas el 4%.
10 cosas a tener en cuenta
- No todas las aguas embotelladas son aguas minerales.
- Su pureza es natural.
- Desconfía de los fantasiosos reclamos publicitarios de algunas marcas.
- El consumo habitual de agua mineral no tiene efectos preventivos, ni curativos (aunque en algunos casos, un consumo habitual mantenido en el tiempo puede ayudar a aliviar determinadas molestias).
- El agua del grifo es la mejor opción como agua de mesa. Si no es posible, opta por aguas de mineralización débil o media.
- Para preparar alimentos infantiles, utiliza aguas de mineralización débil o muy débil y bajas en sodio.
- Con propiedades diuréticas o laxantes, las ideales son aguas con bajos contenidos de sodio.
- Para los cálculos renales: beber en abundancia agua de mineralización débil o muy débil facilita el trabajo del riñón.
- Las aguas con gas son una alternativa natural y saludable a los refrescos: sin azúcar y sin aditivos. También facilitan la digestión.
- Cuidado con el agua con gas quienes tengan hipertensión arterial, insuficiencia renal crónica, cirrosis hepática o insuficiencia cardiaca.