Calderas de gas: desde 2010 sólo estancas

Las nuevas calderas de gas que se instalen a partir de enero de 2010 deberán ser calderas estancas, las más seguras. La normativa prohíbe que, desde ese momento, se instalen calderas de gas atmosféricas, aunque quien tenga una de ellas podrá mantenerla.
Hay distintos tipos de calderas de gas. La entrada en vigor de una reciente normativa impide la instalación de nuevas calderas atmosféricas (es decir, las que obtienen el aire para la combustión del mismo recinto donde están instaladas). Las nuevas calderas de gas que se instalen en los hogares deberán ser calderas estancas, que toman el aire del exterior. Las nuevas medidas sobre calderas de gas afectarán a los consumidores que deban cambiar su caldera, y también a las comunidades de vecinos.
Calderas atmosféricas: se pueden mantener, pero no instalar
A partir de enero de 2010 está prohibido instalar calderas atmosféricas de gas. Quienes ya posean una caldera de gas atmosférica no están obligados a cambiarla.
- Las calderas atmosféricas que estén instaladas antes de enero de 2010 podrán seguir funcionando con normalidad.
- Las calderas de este tipo se podrán reparar pero cuando haya que sustituirla, habrá que optar por otro tipo de aparatos más seguros y eficientes (que gasten y contaminen menos).
- Las sustitución de un tipo de caldera por otro puede planear problemas en las comunidades de vecinos. En la actualidad, la mayoría de este tipo de calderas desembocan en una chimenea común a toda la comunidad para la evacuación de humos. Sin embargo, los nuevos modelos requieren modificaciones que, por tanto, habría que consensuar con la comunidad y, en su caso, ajustarse a las ordenanzas municipales de cada localidad.
Desde 2010, calderas estancas
A diferencia de las calderas atmosféricas, las calderas estancas toman el aire del exterior. Por lo tanto, la caldera debería tener una salida o bien a la fachada del inmueble o a la cubierta (tejado).
En principio, dirigir un tubo a la fachada es lo más sencillo, sin embargo, hay localidades que no lo permiten.
Si no se permite sacar individualmente cada tubo, las comunidades tendrán que acordar una reforma conjunta que podría consistir en cambiar a la vez todas las calderas, estén o no estropeadas, o acometer una obra para crear una nueva salida de humos apta para los nuevos sistemas de calefacción y agua caliente.
Este asunto no es desdeñable: podría darse el caso de que un vecino se quede sin agua caliente porque su caldera se ha estropeado y la comunidad no se pone de acuerdo en qué hacer.
Hay distintos tipos de calderas de gas. La entrada en vigor de una reciente normativa impide la instalación de nuevas calderas atmosféricas (es decir, las que obtienen el aire para la combustión del mismo recinto donde están instaladas). Las nuevas calderas de gas que se instalen en los hogares deberán ser calderas estancas, que toman el aire del exterior. Las nuevas medidas sobre calderas de gas afectarán a los consumidores que deban cambiar su caldera, y también a las comunidades de vecinos.
Calderas atmosféricas: se pueden mantener, pero no instalar
A partir de enero de 2010 está prohibido instalar calderas atmosféricas de gas. Quienes ya posean una caldera de gas atmosférica no están obligados a cambiarla.
- Las calderas atmosféricas que estén instaladas antes de enero de 2010 podrán seguir funcionando con normalidad.
- Las calderas de este tipo se podrán reparar pero cuando haya que sustituirla, habrá que optar por otro tipo de aparatos más seguros y eficientes (que gasten y contaminen menos).
- Las sustitución de un tipo de caldera por otro puede planear problemas en las comunidades de vecinos. En la actualidad, la mayoría de este tipo de calderas desembocan en una chimenea común a toda la comunidad para la evacuación de humos. Sin embargo, los nuevos modelos requieren modificaciones que, por tanto, habría que consensuar con la comunidad y, en su caso, ajustarse a las ordenanzas municipales de cada localidad.
Desde 2010, calderas estancas
A diferencia de las calderas atmosféricas, las calderas estancas toman el aire del exterior. Por lo tanto, la caldera debería tener una salida o bien a la fachada del inmueble o a la cubierta (tejado).
En principio, dirigir un tubo a la fachada es lo más sencillo, sin embargo, hay localidades que no lo permiten.
Si no se permite sacar individualmente cada tubo, las comunidades tendrán que acordar una reforma conjunta que podría consistir en cambiar a la vez todas las calderas, estén o no estropeadas, o acometer una obra para crear una nueva salida de humos apta para los nuevos sistemas de calefacción y agua caliente.
Este asunto no es desdeñable: podría darse el caso de que un vecino se quede sin agua caliente porque su caldera se ha estropeado y la comunidad no se pone de acuerdo en qué hacer.