Fregonas eléctricas: cara limpieza

Las fregonas eléctricas son electrodomésticos diseñados para hacer más sencillo el proceso de limpieza del suelo, aligerando el esfuerzo necesario. No se mueven solas como los aspiradores robot, pero si eliminan el esfuerzo de frotar y escurrir que tienes que hacer con una fregona manual. Te explicamos cómo funcionan, las pruebas que les hemos hecho y los resultados que han conseguido 5 modelos de fregonas eléctricas.

Cómo funcionan 

Las fregonas eléctricas limpian los suelos mediante la combinación de:

• Cilindros y cepillos que ejercen una acción mecánica sobre el suelo desprendiendo la suciedad.
• Agua que sirve para disolver las manchas. Algunos modelos expulsan también vapor.
• Un mecanismo de succión que retira los restos de agua y suciedad y los conduce hasta un depósito. En algunos modelos, es la fuerza centrífuga de los rodillos la que conduce el agua hasta el depósito.

Normalmente, suelen tener un filtro antes del depósito que atrapa las partículas más voluminosas. La mayoría de estos aparatos también permiten usar detergentes siempre que no produzcan espuma que podría obstruir los filtros o algunos sensores. Cada marca suele contar con su gama de detergentes. El amoníaco y la lejía no se deben usar a no ser que te lo indique expresamente el fabricante porque podrían dañar el aparato. 

Nuestras pruebas de uso y eficacia

Hemos analizado cinco modelos de fregonas automáticas. Todas tienen formas parecidas a la de un aspirador escoba, funcionan con batería y disponen de un cargador que también se usa para las operaciones de auto limpieza. Incluyen dos contenedores: uno para el agua limpia que tendrás que llenar antes de cada uso y otro para la sucia que se recoge del suelo. Anuncian una autonomía de entre 30 y 60 minutos.  

En nuestras pruebas, las fregonas resultaron fáciles de ensamblar y usar por primera vez. El proceso es bastante intuitivo y no se requiere leer los manuales de instrucciones. 

Limpian bien si la suciedad no es antigua 

En cuanto a su eficacia limpiando el suelo, las prestaciones de las cinco máquinas no difieren demasiado. Todas limpian bien los suelos que no estén demasiado manchados y  los espacios entre las baldosas del suelo. Además dejan los suelos sin manchas de secado, con una humedad muy ligera, lo que es una ventaja si tienes  suelos de madera o con suelo radiante. 

Cuando las manchas son de grasa o antiguas, el resultado ya no es tan bueno. Incluso si la pasas varias veces, no conseguirás eliminar completamente la suciedad, pero los modelos de fregona con vapor las eliminan mejor que las que tienen solo rodillos. 

Manejabilidad buena, parece que flotan

La manejabilidad de las fregonas eléctricas es bastante buena. Cuando las estás pasando, te dan la sensación de que “flotan” y puedes moverlas con poquito esfuerzo.

Una limitación de estas fregonas es que el tamaño de las boquillas hace difícil limpiar superficies estrechas, como algunos rincones, o pasarlas por debajo de los muebles porque el cepillo a veces no cabe. Lo mismo ocurre con el ángulo entre el suelo y la pared: para ese último centímetro, una fregona tradicional es mejor solución.  

Su limpieza es engorrosa... y ruidosa

Después de cada uso, tienes que vaciar el depósito  y además limpiar los filtros.

Mientras el aparato se está cargando, las fregonas también pueden realizar una autolimpieza interna. para ello tendrás que añadirles agua limpia y retirar la sucia. El proceso de autolimpieza es largo y, a veces, muy ruidoso. 

La batería dura entre media y una hora

La fregona que declara más autonomía dice que su batería dura 1 hora y el resto afirman estar entre 30 y 40 minutos. Aunque parezca mucho tiempo, puede no ser suficiente si tu vivienda es grande. Además, con el tiempo su duración se irá acortando. Te puede interesar comprar una segunda batería, porque la recarga puede llevar varias horas.  

¿Quieres saber cuáles son nuestras conclusiones y los resultados detallados de las cinco fregonas que hemos probado?