tarrito

Como elegir tarritos

Elije los tarritos más nutritivos

Una buena alimentación es imprescindible para el correcto desarrollo del bebé. Los tarritos infantiles son un buen aliado, una opción nutritiva, asequible y cómoda, que se convierte en una alternativa a los purés caseros.

Lactancia materna

Durante los primeros seis meses de vida, la lactancia materna o la fórmula intantil de inicio son lo mejor para tu bebé.

A partir de los 6 meses, su dieta se va enriqueciendo paulatinamente con otros alimentos: arroz y cereales, frutas, verduras y carne. Estos ingredientes deben ir incorporándose paulatinamente a la dieta, dejando pasar unos días entre cada uno para descartar reacciones alérgicas o intolerancias.

Un bebé de más de ses meses combina la leche con papillas de cerales y purés variados. Hacerlos en casa tiene muchas ventajas: se van alternando los sabores entre los alimentos permitidos, se controlan mejor los ingredientes, es más económico... pero los tarritos son también una buena opción, una alternativa especialmente adecuada en caso de comidas fuera de casa, en viajes, etc.

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¿Qué tienen los tarritos?

Los tarritos son alimentos correctos desde el punto de vista nutricional.

 

ingredientes

Su contenido en sal y grasas es el adecuado para bebés de esa edad, pero suelen aportar demasiadas proteínas para un bebé de seis meses. La cantidad es adecuada para niños más mayorcitos, a partir de los 10 meses, pero para chiquitines de entre 6 y 10 meses el contenido en proteínas de los tarritos, sumado a las de la leche que siguen tomando, sería algo elevado, lo que puede sobrecargar en exceso los riñones aún inmaduros de los bebés. De hecho, algunos de estos tarritos indican en su etiquetado "desde 8 meses", lo que es más adecuado.

Nuestra recomendación en caso de los bebés más pequeños es no abusar de los tarritos a diario, sino ir combinándolos con purés caseros donde se incorpore menos cantidad de proteína. 

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Sobresaliente en seguridad

Los tarritos infantiles son alimentos muy seguros.

Al estar esterilizados, no necesitan conservantes, ni estar refrigerados mientras no se abran, lo que los convierte en una buena solución en viajes, comidas fuera de casa... Eso sí, una vez abierto pierde toda su esterilidad. Si el tarrito es muy grande y piensas que tu pequeñín no se lo va a comer entero, lo mejor es que sirvas una porción en un plato. Al pasar la cuchara de la boca del bebé al tarro contamina la papilla y, si sobra, lo más prudente es desecharla.  

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Tarritos, buen aliado de las vacaciones

¿Sales de viaje con tu bebé?, ¿pasarás varios días fuera? Echa mano de los tarritos infantiles, alternando los sabores, con tranquilidad. Son una buena solución para comidas fuera de casa. 

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