En noviembre de 2022, compré un Opel mokka-e Ultimate modelo 2021 con 5000km en el concesionario Opel TRAEXA, en Cáceres.
En diciembre de 2022, tuve que llevarlo al taller porque el cinturón de seguridad se quedó atrapado dentro del compartimento donde se recoge.
El año pasado, tuve que llamar a RACE para que viniera a asistirnos en un parking de un centro comercial en Vigo, ya que después de cargarlo, cuando intenté encenderlo me salia un testigo de "FALLO ELECTRICO APAGUE EL MOTOR" en rojo y no me dejaba mover el coche. Cuando vino la grúa, el coche arrancó milagrosamente como si no le hubiera pasado nada.
Ahora, lleva dos meses que, aleatoriamente, se enciende y se apaga un testigo de "fallo eléctrico" color naranja y echando aire ardiendo por los conductos de ventilación. Lo llevé al taller el 4 de junio de este año al taller Texauto, en Madrid (casa oficial). Le pusieron la maquina de diagnosis y no se reflejó el problema en la prueba, pero después de aquello seguía activándose este testigo.
Después, también empezó a salir el testigo de "fallo en el controlador de velocidad" cuando intentaba activarlo.
Hasta el sábado pasado, continuó con los problemas del testigo y saliendo aire caliente de los ventiladores.
El domingo pasado fui a coger el coche y no encendía.
El taller de Opel en Cáceres no me da cita hasta el 16 de septiembre, el concesionario de TRAEXA en Cáceres ya cerró y atención al cliente no me da soluciones de movilidad ni respuestas a mis preguntas más allá de "pida cita en un taller oficial*, y me he quedado sin coche. Y necesito el coche para ir a trabajar. El coche está completamente inmovilizado y necesita grúa, Opel tampoco me la ofreció.
Nunca he tenido tantos problemas con un coche como con este, siendo nuevo, en menos de dos años.
Solicito la devolución del producto y el reembolso íntegro del importe que pagué por él.
El coche no llega a los 50.000km y la garantía me cubre 60 meses o 75.000km.
