Estimados,
Me dirijo a ustedes para expresar mi profunda indignación y disconformidad con el trato recibido en relación al servicio de gas contratado con Naturgy y gestionado por la distribuidora Nedgia. Esta situación no solo es inaceptable, sino que me está generando perjuicios económicos y graves inconvenientes.
Desde la contratación del servicio, he experimentado en 4 ocasiones, a lo largo de 4 meses, la visita de técnicos al domicilio para revisar el contador de gas, lo cual nunca había ocurrido en los casi 10 años que llevo residiendo en Madrid. Lo más alarmante es que en ninguna de estas visitas los técnicos se identificaron correctamente ni me notificaron su presencia con antelación.
En la última ocasión, me vi obligada a rechazar el acceso a mi vivienda a un hombre sin identificación alguna, que no fue capaz de informar adecuadamente de la procedencia de su visita. Este individuo, sin ningún tipo de aviso previo, procedió a interrumpir el servicio de gas, a pesar de que yo seguía abonando puntualmente por el mismo.
Tras ponerme en contacto con Nedgia, me informaron que este tipo de acciones no son habituales y que las visitas al contador deberían realizarse solo dos veces al año. Después de presentar dos quejas formales, accedieron a reactivar el servicio, pero sin ofrecer ninguna compensación por la interrupción del mismo ni por los inconvenientes causados.
Sin embargo, la sorpresa llegó cuando recibí una factura en la que me están cobrando 146€ bajo el concepto de “reactivación del servicio”. Este cobro es completamente injusto, ya que nunca dejé de pagar el servicio, y la interrupción fue producto de la falta de profesionalismo y gestión por parte de su personal.
Ni Naturgy ni Nedgia han tomado responsabilidad en este asunto y han evadido su obligación de ofrecer una solución satisfactoria. Como resultado de esta nefasta gestión, me veo obligada a pagar una cantidad que triplica lo que consumo habitualmente en gas.
Exijo una resolución inmediata de este problema, la anulación de los cargos indebidos y una compensación por los daños ocasionados. En caso contrario, me veré obligada a iniciar acciones legales para exigir mis derechos, incluyendo la presentación de una denuncia formal ante las autoridades competentes.
