A la llegada al parque el viernes día 13/09/2024 pasamos por información donde presenté el carnet de minusvália y el DNI de mi hijo de 14 años y nos dieron una pulsera “tipo hospital” con un código de barras.
Mi hijo tiene autismo y una minusválida del 65%.
Mi hijo por su condición no para de tocarse la pulsera desde que se la pongo, al llegar a la primera atracción, entramos y una vez dentro su trabajador Joel se encontraba organizando la subida a la atracción, nos para y nos dice que esa pulsera está manipulada, mi hijo al ver la atracción decide no montarse, por lo que él y los 3 acompañantes incluida yo, salimos de la atracción, sin dar mayor importancia.
Después de pasar todo el día en el parque, disfrutando de todas las atracciones donde quería subir, (atracciones de agua, montañas rusas etc..) sin ningún problema por parte de los empleado, el sábado día 14 sábado, sobre las 14:30 h nos encontramos en la atracción estampida, para subir a ella, una vez la chica nos dice que pasemos, nos montamos en los últimos bajones, una vez allí, aparece JOEL, COGIENDO LA MANO DE MI HIJO, GIRÁNDOSELA BRUSCAMENTE, al tiempo que decía que estábamos intentado tomarle el pelo y que esa pulsera estaba manipulada. Me dirijo donde se encuentra la chica que nos ha dado permiso para entrar y le presento DNI y carnet de minusválida de mi hijo. Se niegan a dejarnos montar una vez ya estábamos sentados en la atracción, solicito hablar con un superior de ellos, al poco aparece un guardia de seguridad al que le explico lo mismo, y añado que un menor con esa clase de pulsera y con su condición es normal que se la toque, también le presento el carnet de minusválida así como su DNI, después de parar la atracción, recibir abucheos e insultos por parte de los demás usuarios que ya estaban montados, el personal de seguridad hace una llamada y nos dice que podemos subir pero que tenemos que volver a bajar a atención al cliente a que nos hagan otra pulsera . En aquel momento mi hijo se pone muy nervioso y se pone a llorar por lo que tengo que recurrir a darle medicación de rescate y por supuesto abandonar la atracción.
Quizás esta forma de “pulsera” no sea la mas indicada, para estos niños pero el poco saber estar, educación, empatía, y falta de respeto que mostró Joel hacia mi hijo y mi persona diciendo “que le queríamos engañar” “que ya se la habíamos querido colar el día anterior” “que la pulsera estaba manipulada” “que incluso no era nuestra” y las formas en las que trató a mi hijo delante de tantas personas que estaban esperando para montar en la atracción, así como permitir el abucheo e insultos por parte de los demás usuarios por la espera en la atracción ya que en aquel momento se detuvo la atracción me parece algo muy grave.
Agradecer al personal de seguridad que en todo momento nos entendió y nos ayudó.
Posteriormente volvimos a bajar a atención al cliente donde puse una reclamación formal, y donde nos volvieron a dar otra pulsera “tipo hospital”.
Con este escrito solo deseo que este tipo de situaciones no vuelvan a suceder y que ninguna persona con discapacidad , y mucho menos un niño tenga que verse sobrepasado y avergonzado por una situación así.
