Cuando me mudé de piso en 2019 (Barcelona), me conecté a la web de Orange que ofrecía un servicio de chat con técnicos. A través de este servicio pedí que me dieran de baja en el servicio de internet que tenía contratado en el anterior piso, tras lo cual el técnico accedió y me dijo que estaba todo listo. Meses más tarde, habiendo contratado un servicio de Orange de nuevo para el nuevo piso, me di cuenta de que se habían estado cobrando los dos servicios, el nuevo, y el que di de baja por el servicio de chat. Tras días de llamadas, números de incidentes y discutir con diferentes teleoperadores donde todos me aseguraban que se me devolvería el dinero, uno de ellos un día decide (no me explica muy bien cómo) que el servicio de chat (que ellos mismos ofrecen en su página web oficial) no es válido para dar de baja un servicio de internet y que no se me devolverá el dinero. No es sólo la primera noticia que tengo de que este servicio (insisto, en su página oficial y hablando con operadores reales, no bots) no vale, si no que cambian completamente de discurso. Les dejo bien claro si es su última palabra y me dicen que sí, que no di de baja bien el servicio, tras lo cual contacto con mi banco y cancelo todos esos recibos desde que pedí la baja. Ahora, años más tarde, una empresa (Northfields Spain SLU) compró mi deuda con Orange (125,19 euros) y a través de una asesoría (Procobro) me indican que estoy a punto de ir a juicio por el impago de una deuda.
