Realicé un vuelo desde Cartagena de Indias a Bogotá en el vuelo AV9789 el día 13 de noviembre 2023. Unos 20min después de desembarcar me percaté de que había olvidado una prenda de gran valor sentimental dentro del avión, en el compartimento de equipajes de mano, a la altura de la fila en la que estaba situado durante el vuelo. Pregunté en el aeropuerto de Bogotá dónde podía dirigirme para solicitar que revisaran el avión y poder recuperarlo. Me comunicaron que me acercara primero al mostrador de la sala VIP de Avianca para preguntarle al personal de allí. Tras explicarle el problema a la persona que estaba atendiendo en ese momento, me comunicó de una forma bastante pasiva que no podían hacer nada. Le insistí si por favor podía ponerse en contacto con alguien del personal que se encargaba de revisar los aviones tras el aterrizaje o si podía decirme con quién tenía que hablar para poder resolver mi problema. Tras acceder de malas formas, llamó al personal que se encargaba de los objetos perdidos. Tras solamente media hora de haber bajado del avión me comunicaron que no podían hacer nada, que los objetos perdidos en los aviones únicamente podían recuperarse si se trataba de algún dispositivo electrónico (como dispositivos móviles, portátiles, cargadores, etc...). Al mostrarle mi descontento me instó a dirigirme a un mostrador de embarque de la compañía para que hablarla con algún otro trabajador o algún responsable de Avianca si lo deseaba.Me dirigí a un mostrador de embarque y de nuevo les expliqué mi problema. La persona que me atendió, que de primeras también mantuvo una actitud bastante pasiva, me dijo lo mismo que su compañero, que a no ser que se tratase de un dispositivo electrónico no podían hacer nada, y en un descuido me dijo que ese tipo de objetos se los quedan los compañeros de seguridad (increíble). Volví a insistir en que por favor llamasen al personal encargado de los objetos perdidos, y de nuevo les respondieron que no les habían notificado la entrega de ningún objeto, y que además el vuelo ya había salido a su próximo destino y no era posible revisar el maletero, lo cual también me dejó muy sorprendido. Puesto que debía de tomar otro vuelo en ese momento para volver a Madrid, le pregunté que si por favor podía decirme cómo reclamar el objeto perdido desde allí. Me comunicó que debía dirigirme a un mostrador de Avianca en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Como era de esperar, en el aeropuerto de Madrid me dijeron que ellos no podían ayudarme, puesto que se trataba de un objeto perdido en Bogotá, y me explicaron cómo abrir una reclamación de objeto perdido a través de la página web. Aporté todos los detalles que pude, fecha y hora, número de vuelo, descripción, talla e incluso algunas fotografías del objeto en cuestión. Tras 15 días, Avianca me notificó que no habían encontrado el objeto perdido y que procedían a cerrar la reclamación.Puedo entender que en el aeropuerto de Madrid no tengan conocimiento ni puedan buscar un objeto que se ha perdido en otro país, pero lo que no puedo entender y me parece alucinante, es que 20 minutos después de haber bajado de un avión, ya tengas que dar un objeto personal por irrecuperable. Me niego a creer que no fueron capaces de encontrarlo, puesto que les había descrito perfectamente dónde lo había olvidado, y no había más que buscarlo allí.Me pregunto también, por qué únicamente pueden recuperarse los dispositivos electrónicos olvidados, quizá se deba a que pueden se rastreados a través de un número de serie y otros objetos, como prendas, no.Lo he intentado por todos los medios posibles sin ningún éxito y sin recibir ni un solo trato decente o amable por parte del personal de Avianca. Siento una indefensión, una frustración y una impotencia muy grandes por tener que renunciar de esta manera a un objeto tan valioso para mí.Esta es la única herramienta que me queda y que está en mi mano para poder mostrar mi tremendo descontento con esta situación y con la compañía de Avianca en general.Por todo lo descrito anteriormente, solicito una explicación, así como una compensación por el trato recibido y por los perjuicios ocasionados debido a las políticas llevadas a cabo por la empresa en este tipo de situaciones.
