Por numerosísimas ocasiones me he dirigido a Leroy Merlín en relación al mal estado de una puerta de entrada a domicilio adquirida en el mes de diciembre , instalada, tras cuatro citas a las que no se presentaron, tras una sonora discusión, en el mes de enero.
Han alegado que, en efecto, la puerta viene mal, pero que es culpa del vendedor (y ahí lo dejan, pues ellos no se dan por aludidos en cuanto a reclamar al vendedor cuyos datos ni siquiera facilitan).
Han señalado que acudiría un instalador a revisar la instalación, si bien con el precedente de tantos plantones dados en el proceso de instalación, parece que por menos que esto, (y menos aún para una sustitución) aquí no acudirá un instalador nunca. Al menos hasta el momento no me he equivocado.
Me han redirigido al comercial que me atendió, quien a su vez me tuvo esperando de pie casi una hora para darme un teléfono que no funciona y no lleva a ninguna solución. Al requerirle acerca de su comportamiento por whastapp (canal por donde para vender el producto resultaba completamente displicente y contestaba con toda rapidez), de pronto, se hacen lo despistados y deniegan cualquier contestación. Eso sí, cuando me lo cruzo por la calle me saluda y me sonríe como si nada. Menos es nada.
Le deben haber dicho que ignore mis quejas, y obviamente, no sabrá ni qué cara poner cuando nos vemos fuera de su trabajo.
Como quiera que, sistemáticamente, se echan la culpa entre ellos, del vendedor al fabricante, del fabricante al instalador, del instalador a comercial y/o a la central, creé un grupo para comunicarnos y solventar tamaña descoordinación. De pronto nadie contestaba en el grupo. Una vez servido el instrumento para solventar su "supuesta" descoordinación nadie mostraba el menor interés en coordinarse.
Naturalmente, abarcan mucho más trabajo del que pueden atender con una calidad elemental, y cuando quedan en evidencia, o bien dan por explicación cualquier bobada o bien se hacen los locos. Y si de paso un producto viene defectuoso y hay que instalarlo, desinstalarlo, reinstalar uno nuevo, portalos todos ellos ... en esos casos atienden al criterio de menor pérdida y concluyen, como solución más beneficiosa, el completo abandono del cliente y de todos sus derechos.
Debo haber reclamado por mail a la compañía no menos de 20 veces encontrándome con una especie de organización muy burocrática en la que nadie se aclara con absolutamente nada, (generan eso sí, muchos tickets automáticos y promesas de respuesta que nunca llegan) y resulta absolutamente ineficiente.
Llegan incluso a llamar y contestar en alguna ocasión, dando la razón al cliente y prometiendo una solución que jamás ejecutan, luego de ello, cuando se les vuelve a reclamar, o bien no contestan o contestan en sentido completamente contrario al anterior, aunque hayan dejado por escrito el reconocimiento del daño causado y la promesa de solución.
Lo que primero reconocen luego lo deniegan, basta ser que atienda al teléfono una persona distinta que ni sabe ni tiene interés en los precedentes del expediente y menos aún en estudiárselo.
El comportamiento de Leroy Merlín en este caso es completamente escandaloso, es verdaderamente hiriente la pretendida falta absoluta de eficiencia y coordinación, ante la que incluso pretender dar una "imagen" de seriedad y prestigio cuando lo único cierto y real es que la respuesta al ejercicio de la garantía es "ahí te quedas", "ya te cansará de llamarnos" y "aquí no hay que garantía que valga".
Entiendo que la conclusión de la compañía es que el consumidor, ante un producto defectuoso, se plegará, por mero agotamiento mental, al hecho de quedarse el mismo sin ninguna clase de garantía. A mi modo de ver, dicho comportamiento resulta completamente escandaloso.
Ante las quedas del cliente se echan las culpas entre ellos, dicen no entender nada, no contestan o se hacen los tontos, dice que se les pierden las comunicaciones, alegan el cuento del teléfono roto, que ningún mensaje llega a nadie, y finalmente dejan morir toda queja sin solucionarla.
Llegados a este punto, aclarado y reconocido por la compañía lo defectuoso del producto del que dan cuenta las fotos, señalando que la puerta golpetea permanentemente dado que no ajusta y que, además está curvada, reclamo el cambio del producto así como indemnización por la enormidad de tiempo que me han hecho perder.
