El pasado 6 de Junio de 2023 inicié un tratamiento dental con la aplicación del Invisalign, siendo abonada, por anticipado, la cantidad de 2.902,15€.Desde el principio del tratamiento sentí dolores de cabeza, de cervicales, dolores en la junta mandibular y en los dientes. La Dra. no dio importancia a mis quejas y simplemente sugirió seguir con el tratamiento.Al cabo de 3 semanas de tratamiento (concretamente el día 30 de junio de 2023) se me produjo una contractura en la mandíbula quedando bloqueada al punto de no poder abrir la boca y no poder ni ponerme, ni sacarme las férulas de invisaling.Después de la visita correspondiente a Dental Manresa, la doctora reconoce, igual que yo, que hay que suspender de inmediato el tratamiento y no puedo seguir con el, y ante la situación desencadenante de dolor y bloqueo en la mandíbula la Dra. Nour me receta un tratamiento que consiste en un relajante muscular y analgésico que me provoca, entre otras cosas, bajadas de tensión graves sufriendo varias lipotimias, además de otras consecuencias estomacales y psicológicas de estrés y ansiedad por la situación de la mandíbula.En este momento, a día 4 de agosto de 2023, sigo con la mandíbula bloqueada, no puedo abrir la boca ni comer con normalidad, además de dolor en algunos dientes, sangrado de encías y dolores cervicales. Desde Dental Manresa, a día de hoy, No se me ha comunicado ni cuando, ni la cantidad que me van a abonar, y tampoco saben cuando mi mandíbula estará de nuevo en perfecto estado.Les reclamo la totalidad del importe de 2.902,15€ abonado por anticipado,(sólo he podido utilizar dos férulas de invisaling) y todos los gastos de medicación, osteópata, y daños y perjuicios que estoy teniendo como consecuencia de dicho tratamiento, pues considero que con mis antecedentes (que ya explique antes de iniciar este tratamiento a la clínica) ha habido negligencia y una mala praxis en el tratamiento. Las consecuencias no sólo son el bloqueo de la mandíbula, también hay un retroceso de las encías en algunos dientes que antes no había, vuelta al sangrado gingival, sensibilidad en varios dientes que no tenía antes, y otras consecuencias físicas y emocionales derivadas del tratamiento médico y el estrés que vivo en el día a día generado por el dolor y el no poder abrir la boca para comer con normalidad ni hablar adecuadamente, soy terapeuta y en varias ocasiones incluso he tenido que suspender las visitas por no poder atender a mis pacientes debido a toda esta situación.
