Estimados/as señores/as,
El pasado 19 de febrero de 2025, recibí una llamada comercial en la que su representante, Cristina, me informó sobre la formación obligatoria en materia de diversidad y LGTBI. Durante la conversación, se me indicó de manera imperativa que su empresa era la única entidad acreditada para impartir dicha formación.
Ante mi respuesta de que ya contamos con un proveedor debidamente acreditado con el que colaboramos desde 2012 y que garantiza el cumplimiento estricto de toda la formación obligatoria conforme a la legislación vigente, su representante insistió reiteradamente en que esto no era posible y que únicamente su empresa estaba habilitada para impartir el curso. En ningún momento se me informó de la posibilidad de cumplir con esta obligación a través de otros proveedores autorizados.
La insistencia constante en la exclusividad de su acreditación y en la necesidad imperativa de contratar sus servicios generó una sensación de coacción durante la llamada. Si bien la formación en esta materia es obligatoria, la decisión sobre con qué proveedor realizarla debe basarse en la libre elección y no en prácticas comerciales agresivas o engañosas.
Por todo lo anterior, quiero dejar constancia de que nuestra empresa ya cumple con la normativa vigente en materia de formación obligatoria y, en consecuencia, no consideramos necesaria la contratación de sus servicios.
Asimismo, les solicito formalmente la cancelación inmediata de cualquier contrato que pudiera existir entre su empresa y la nuestra, sin perjuicio alguno para mi empresa ni para mí, dado que tengo el derecho legítimo de elegir libremente a mi proveedor de formación sin presiones indebidas.
Entendemos que la formación en igualdad y diversidad debe promoverse desde la información y la concienciación, y no a través de la coacción o la desinformación.
Agradecemos su comprensión y quedamos a su disposición para cualquier aclaración adicional que consideren oportuna.
Atentamente,
Andrés Galán
